El Senado de la Nación fue sede del Primer Congreso Internacional para las Américas, organizado por el Instituto Internacional de DDHH-Capítulo para las Américas, en conjunto con la Comisión de Derechos y Garantías que preside la senadora Inés Brizuela y Doria.

Hasta la última hora estaba confirmada la participación del presidente de la hermana República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez, pero por recomendaciones de Cancillería, atento los hechos de violencia registrados en la jornada del miércoles en inmediaciones del Congreso, el jefe de Estado suspendió su llegada al país.

Participaron prestigiosos exponentes nacionales e internacionales, que pusieron en común visiones y experiencias sobre la lucha contra el hambre y la pobreza en el continente. La apertura se llevó a cabo en el Salón de las Provincias, y estuvo a cargo de la misma, la senadora Inés Brizuela y Doria y el presidente del Instituto Internacional de DDHH, doctor Daniel Herrendorf.

Expertos de todo el continente, referentes de organizaciones públicas y privadas, analizaron la problemática planteada de manera transversal, partiendo de un diagnóstico de la situación, compartiendo experiencias exitosas, logros y aprendizajes para difundirlos; poniendo en común experiencias frustradas para evitarlas.

En ese sentido, este encuentro internacional, tuvo como objetivo principal, establecer un mapeo sociopolítico y económico de la pobreza que se vive en el continente americano, y examinar propuestas sustentables para lograr el “hambre cero”. Asimismo, se consensuó en realizar un catálogo de “buenas prácticas” para combatir el hambre.

Durante la primera jornada, se desarrollaron temas como la aporofobia: la discriminación invisible de este siglo; la niñez y pobreza; las mujeres y la pobreza; hábitat para la humanidad argentina. Mientras que en la segunda jornada, se trató sobre la pobreza y Estado, contando con la participación de defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor.

Luego, expuso el juez de la Cámara de Casación Penal Argentina Gustavo Hornos, quién abordó la temática de “la pobreza y el acceso a la justicia”, para luego dar paso al presidente de la Asociación Argentina de Bioética Jurídica, Eduardo Luís Tinant, concluyera sobre la pobreza desde su campo de trabajo. El Congreso culminó con un análisis sobre, “el rol de los gobiernos en la lucha contra la pobreza”.

Finalmente, cabe destacar que tras la apertura del evento, y luego de dar la bienvenida a los participantes y agradecer el compromiso de los disertantes, Brizuela y Doria remarcó la estrecha relación entre la corrupción y la pobreza: “Los países con alto índice de corrupción, son los que registran los más altos porcentajes de ciudadanos bajo la línea de pobreza. Es una ecuación inversamente proporcional: mayor transparencia y respeto institucional, menor pobreza. Menor transparencia, baja calidad institucional: mayor pobreza estructural. La corrupción es generadora de pobreza, los gobiernos corruptos se nutren de ella, se retroalimentan, consolidan un esquema de poder en base a un sistema clientelar y perverso, que se aprovecha de la necesidad que ellos mismos generaron, para mantener su botín electoral. El desafío es dejar atrás años de corrupción y clientelismo, y avanzar en políticas públicas que generen verdadera inclusión social y nos permitan reducir efectivamente la pobreza”, concluyó.