La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner viajará a Cuba por una semana, según le anticipó al juzgado de Claudio Bonadio por voluntad propia, ya que pese a las causas judiciales que se le siguen no tiene hasta el momento una prohibición para salir del país.

Según trascendió, la ex jefa de Estado se dirigirá a ese país para acompañar a su hija, Florencia Kirchner, quien ya se encuentra en el lugar hace unos 15 días, atendiéndose en una clínica local por una enfermedad.

La senadora informó a Bonadio porque es quien lleva la mayoría de sus casos en la Justicia y en esa misiva puso como motivo de la salida “razones de salud” de su hija, aunque se desconoce cuál es el mal que la aqueja. El hecho de que Cristina viaje al exterior conlleva también que se movilicen los custodios asignados hacia ella, operativo encabezado por miembros de las fuerzas federales.

No es la primera vez que la expresidenta viaja hacia otro país desde que finalizó su mandato y estando en medio de causas judiciales en
su contra. En 2017 se había dirigido a Grecia, donde brindó varios discursos e incluso se reunión con el primer ministro de ese país, Alexis
Tsipras, además de haber ido a Bruselas, Bélgica, donde disertó frente al Parlamento Europeo.

En cuanto al destino de su viaje, tampoco será su bautismo en tierras cubanas. Es que durante su gestión presidencial visitó varias veces
Cuba, ya que mantuvo buenas relaciones tanto con Fidel Castro como con su sucesor y hermano, Raúl Castro.

El primero de sus viajes fue en 2009, en medio de su primer mandato y apenas asumía Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Repitió varias veces, entre ellas en 2013, cuando afirmó haber hecho “una visita de solidaridad a nuestro amigo (el ex presidente venezolano) Hugo Chávez”, así como en el cierre de su presidencia, en 2015, cuando presenció una misa del Papa Francisco.