Dicho por el propio Sergio Massa, Emilio Monzó le dejó “la vara alta” a él y a todos los futuros presidentes de la Cámara baja en cuanto al reconocimiento logrado por sus pares. Amigo del exdiputado de Cambiemos, ahora está en el tigrense darle al cargo una impronta propia, y por cierto que en esta primera sesión que le tocó conducir no lo hizo mal, y le imprimió al manejo de la misma un dejo de frescura que por lo menos llamó la atención y despertó más de una sonrisa.

Como cuando a la hora de las juras, ante la demora del diputado Jorge Sarghini para sumarse al grupo que le correspondía arrancar con la serie, lo llamó por su apodo: “Oveja”.

Luego se dirigió varias veces al diputado José Ignacio De Mendiguren -también miembro del massismo- en tono coloquial, muy distinto al serio y apegado a las formas de Emilio Monzó, que trataba de usted a todos: “Mendiguren, ¿esa es tu banca?”. Y más tarde le insistió, ya con apodo incluido: “¿Esa es tu banca, Vasco? Andá y sentate en tu banca…”, le ordenó sonriendo, cual maestro reprendiendo a un alumno querido. Y luego, otra vez lo reconvino, ahora sin tuteo: “Deje de pasear por las bancas, diputado”.

Durante la sesión, trató de ser más o menos estricto con los tiempos, aunque ahí también le imprimió un tono descontracturado: “Diputado Marco Cleri, tiene dos minutos menos, que se comió su compañera de bloque”, le dijo al darle la palabra, en referencia a Fernanda Vallejos, que lo había antecedido.

A la diputada neuquina Alma Sapag, la llamó por su apodo, “Chani”, y bien entrada la madrugada, interactuó con el diputado del Pro Martín Maquieyra, al que hacía gestos para que apurara a terminar su discurso. “Ah, me cambió el gestito, muy bien”, le dijo el diputado pampeano antes de concluir.

“Le cambié el gestito así puede hacer otro meme”, repuso el presidente de la Cámara.