Más allá del resultado de la autopsia que terminó determinando que la muerte del militante Facundo Molares no se debió a golpes sufridos durante su detención, el Frente de Izquierda presentó un proyecto de declaración de repudio de lo que considera un “asesinato” de ese dirigente.

A través de un proyecto de declaración suscripto por la diputada Romina del Plá, denuncian la responsabilidad que le atribuyen al ministro de Seguridad de la Ciudad, Eugenio Burzaco, y al jefe de Gboierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por haber “rápidamente” salido a respaldar “el accionar represivo de la fuerza de seguridad a su cargo”.

En la iniciativa sostienen que Facundo Molares “fue asesinado en medio de una represión de la Policía de la Ciudad a un acto pacífico que se realizaba en el centro porteño. Primero fue injustamente apresado y luego asfixiado en un operativo represivo completamente injustificado”.

Según Del Plá, los dichos de testigos y registros fílmicos probarían que “se trató de un ataque planificado (porque no medió incidente previo alguno), a militantes de las organizaciones políticas Votamos Luchar y Rebelión Popular reunidos en la plazoleta del Obelisco porteño con el objetivo de promover el voto en blanco en las próximas elecciones, sin siquiera cortar la calle”.

“El derecho que tiene todo ciudadano a difundir sus posturas políticas fue brutalmente violentado por las fuerzas represivas del Estado de la Ciudad”, sostiene la dirigente del Partido Obrero.

La diputada cuestiona que Rodríguez Larreta se “apresurara a montar una versión falsa de los hechos sosteniendo que ‘hoy en el marco de una manifestación con incidentes, falleció luego de una descompensación Facundo Molares’, y acto seguido reivindicó el accionar de la Policía, ‘que actuó con profesionalismo conteniendo los hechos de violencia’ guión que siguieron los grandes medios de comunicación. Este operativo de encubrimiento y la reivindicación política de esta muerte quedó desmentida por todos los testimonios”.

Para Del Plá, “Molares no murió fortuitamente, sino como producto de esa represión. La fotoperiodista Susi Maresca, presente en el lugar, denuncia que a Molares ‘lo tiran contra el piso’ y, un poco después, ‘cuando lo veo a Facundo estaba todo morado. Les empiezo a gritar (a los policías) que estaba morado, que lo dieran vuelta; tardaron un rato, lo dieron vuelta, para mí ya ahí había fallecido, le había agarrado un infarto porque tenía los ojos hacia afuera reventados. Y tardaron como diez minutos porque nadie sabía hacerle el auxilio. Empezamos a gritar que llamaran a una ambulancia hasta que vino una de las policías y le empezó a hacer la asistencia. La ambulancia tardó entre 25 minutos y media hora’”.

“El operativo que terminó con la vida de este militante estuvo precedido de una campaña derechista en que los candidatos compitieron por ver quién se mostraba más duro contra la protesta social. La reivindicación de este asesinato debe ser repudiada y debe castigarse a los responsables materiales y políticos de este crimen”, sostiene la diputada.