La Legislatura de la provincia de Buenos Aires dará el puntapié inicial al período 142 el próximo 5 de marzo, pero nadie parece tener prisa en el Palacio para comenzar las sesiones ordinarias.
En los últimos días se vio a varios legisladores bonaerenses deambulando por sendas cámaras legislativas. De las múltiples reuniones entre legisladores de diversas bancadas y de las obvias consultas al Poder Ejecutivo surgió que la Asamblea Legislativa se llevará a cabo el miércoles 5 de marzo, en función de los feriados de carnaval que pueblan el calendario.
También las conversaciones sirvieron para descartar la posibilidad de realizar alguna sesión extraordinaria de lo que resta de febrero. Pero no, no habrá extraordinarias en febrero.
Todos los años tienen sus particularidades y este que acaba de comenzar tiene la suya. Desde el massismo ya se comenzó a agitar la idea de que el oficialismo apunta a “dormir” la Legislatura bonaerense para este 2014. Y eso puede ser cierto, pero habrá que verlo.
En rigor, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires está trabada de manera natural por su propia composición: nadie controla el quórum por sí solo.
La idea de tener sesiones lo “menos posible” este año, para así evitar que los bloques del FR cobren protagonismo en un año “donde se define la política del 2015” está cargada de subjetividad.
En rigor, el escenario legislativo aun no se terminó de conformar, algunos sospechan que el FR seguirá creciendo con el pasar de los días y por lo tanto todo acuerdo parlamentario que se intente alcanzar ahora podría estallar por los aires ante futuros cambios.
Por ello, algunos observadores consideran que el FR también está contribuyendo, a su manera, para que el cuerpo colegiado no termine de lograr los mínimos consensos para arrancar con la tarea primordial de la casa.
Un senador del FpV que pidió reserva de su nombre dijo que “no es por el FpV que no se han constituidos las comisiones permanentes en el Senado, los massistas creen que podrían ser primera minoría y por eso no quisieron hacer el reparto en diciembre y tampoco lo quieren hacer ahora”.
En diciembre, luego de elegir las autoridades de cámara, los senadores tuvieron varias tenidas para ver si se lograba integrar las 23 comisiones permanentes que tiene el Cuerpo, pero luego de reiterados intentos desistieron al ver que había que hacer trabajar demasiado el ingenio para conformar a todas las partes.
Los pases, aun no formalizados, del diputado Alfredo Antonuccio y el senador Alejandro Urdampilleta, del FpV al FR, no hacen más que complicar un poco más las cosas, llevando la situación del Senado a inédita desde la apertura democrática, donde el gobernador podría no contar con la primera minoría parlamentaria en ese Cuerpo. Por ahora el FpV tiene 20 y el FR 19.
Pero si bien el oficialismo en la Cámara de Diputados tiene una marcada superioridad numérica, no es mucho lo que se ha podido avanzar en ese ámbito como para ponerse en la línea de largada de un año legislativo. Tampoco aquí se ha podido formalizar las comisiones permanentes.
Pero en Diputados siempre los chisporroteos son más usuales, al ser más numeroso, no sólo se trata de encontrar el equilibrio entre los bloques, también hay que prestar atención a los equilibrios internos dentro de las bancadas.
En el primer convite del año que se hizo desde la bancada del FpV para reunir los diputados que conduce Fernando Navarro el sciolismo faltó en pleno. Por lo tanto se desprende que el camino que deberá transitar el diputado de Lomas de Zamora no será nada sencillo.
Tampoco parece fácil la tarea que tendrá como conductor político el economista, y “padre del patacón”, como le empezaron a llamar algunos, Jorge Sarghini. Fueron muchos los que intentaron sentarse en el sillón que finalmente le fue cedido.
En el Frente Progresista está claro el liderazgo que ejerce Marcelo Díaz, razón por la cual en el radicalismo ya tomaron nota y presionan a su conductor que, dicho sea de paso, no sabe bien donde ubicarse.
