Al cumplirse este 3 de julio 85 años del fallecimiento del caudillo radical, figuras de todos los partidos destacaron las realizaciones y el pensamiento de quien fuera dos veces presidente de la Nación.
Al recordar la “marea humana” que se movilizó el 3 de julio de 1933, hace 85 años, el radical kirchnerista Leopoldo Moreau señaló que ese pueblo reconoció que “nadie como él había luchado para que el pueblo tuviera el derecho de elegir sus gobernantes”. “Fue el presidente que reconoció por primera vez a los sindicatos, impulsó a los estudiantes a profundizar la Reforma Universitaria, se planteó ante el imperialismo naciente, y designó a Mosconi frente a YPF y declaró que el petróleo era una riqueza inalienable del país”, enumeró.
El legislador recordó que “Yrigoyen había sido insultado, estigmatizado, burlado y arrastrado por la difamación de los enemigos de la Nación y el pueblo” que “lo bautizaron como el peludo para asociarlo a un bicho feo; dijeron que era asesino, viejo libidinoso y senil. Pusieron en duda su honestidad”. Pero “esas injurias no llegaron al pueblo”.
El diputado del FpV-PJ consideró además que Yrigoyen “fue bandera no solo de los radicales sino de todas las corrientes populares que alumbraron después en Argentina” y agregó: “Yrigoyen un día dijo ‘el radical que antepone los intereses del partido a los de la patria deja de ser radical’. Como muchos de nosotros no quisimos dejar de ser radicales-yrigoyenistas seguimos el consejo de nuestro jefe inmortal”.
Por su parte, el bonarense Miguel Bazze (UCR) sostuvo que “sin dudas Yrigoyen fue uno de los grandes constructores de la República Argentina y el responsable fundamental de incorporar a las mayorías populares al proceso democrático”. Destacó que su “obsesión” por la participación popular “fue un elemento principal para construir la democracia de nuestro país”.
El legislador oficialista afirmó que el expresidente llegó al poder para encarar un proceso de “crecimiento y desarrollo del país que era absolutamente necesario”. “Los principios por los que trabajó son en alguna medida algunos de los desafíos que tenemos”, dijo y advirtió que “quedan muchas cosas por hacer, son las mismas cosas que empezó Yrigoyen en su gobierno y que todavía tenemos que profundizar”.
Desde el massismo, José Ignacio de Mendiguren puso en valor la “figura y aportes” de Hipólito Yrigoyen. Valoró la reforma universitaria, su “visión estratégica” y el rol que juega “hoy, en este presente, su figura”. Valoró también la creación de YPF, como así también “vio en los hidrocarburos la llave para que el crecimiento industrial rompiera progresivamente el modelo de la dependencia energética externa”. Luego se quejó por “la lógica pendular de nuestro país” que nos alejó, dijo, de los axiomas de Yrigoyen.
“Hoy más que nunca cobran rabiosa vigencia los postulados de Yrigoyen con respecto a la matriz energética y la explotación de nuestros recursos naturales”, señaló, preguntándose si “vamos a usar los recursos energéticos como palanca del desarrollo o vamos a continuar por el camino de la primarización y la exportación de energía como si fuera un comodity más de nuestro país”.
El mendocino Juan Manuel Pereyra reivindicó a Yrigoyen porque “supo interpretar como ninguno de su tiempo los ideales de su pueblo”, que luego continuaron, dijo, “Perón, Alfonsín, y en los últimos años Néstor y Cristina” Kirchner.
