Tras haber sido desalojados el pasado 18 de enero, más de 200 vendedores ambulantes del barrio de Liniers volvieron a movilizarse a la Legislatura porteña en reclamo de un lugar donde “poder trabajar”. La medida se dio luego de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el vicejefe, Diego Santilli, recorrieran el nuevo centro de trasbordo que se está construyendo en el lugar.

Al respecto de las obras, Santilli manifestó que “el nuevo centro de trasbordo va a beneficiar a más de 120 mil vecinos” y consideró que “dar este paso es posible gracias a que cumplimos con el compromiso de terminar con la venta ambulante ilegal en el barrio; vamos a seguir trabajando para que cada vez podamos viajar más cómodos y seguros en la Ciudad”.

Por su parte, el vocero de los manifestantes, Fernando Ingratti, sostuvo que “estamos peor porque hemos terminado los cursos que nos propusieron por 14 mil pesos por trabajador, pero más allá de esto los que hemos sido desalojados de Liniers seguimos sin trabajar” y advirtió que “somos casi 500 familias con un montón de situaciones difíciles, con muchos problemas generados a raíz de no poder trabajar, de no tener un lugar para vender”.

En ese sentido, el vocero recordó que “durante los cinco meses sin trabajar, una parte de los ambulantes hemos conseguido cobrar 14.500 mil pesos por trabajador por mes, lo que hizo que vivamos por debajo de la canasta mínima de alimentos y casi en la indigencia. Nosotros estamos reclamando lo que hemos firmado con el Gobierno de la Ciudad para tener un lugar digno donde trabajar”.

Según informó la agencia Télam, legisladores del oficialismo y la oposición ya habrían acordado recibir el próximo jueves -día de sesión en la Legislatura de la Ciudad- a una comisión de los trabajadores ambulantes para encontrar una solución al conflicto.