Al igual que Domínguez, el jefe de los senadores kirchneristas fue víctima de una estafa donde se utilizó su nombre para ofrecer autos de lujo a precio de remate.
El presidente del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, mostró las denuncias que presentó el año pasado debido a la utilización de su nombre en una estafa por la que esta semana fueron procesadas cuatro personas, quienes también usaron el nombre del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
Los acusados se presentaban como asesores de legisladores nacionales y ofrecían a los potenciales clientes automóviles de lujo supuestamente retenidos en la Aduana a precio de remate, pero una vez realizada la transferencia por el 10 por ciento de la operación, desaparecían.
La transferencia de dinero debía realizarse a nombre de Julián Domínguez, quien denunció el hecho ante el juez federal porteño Sebastián Casanello, que a su vez ordenó esta semana el procesamiento de los sospechosos.
Los estafadores usaron también el nombre de Pichetto, lo que motivó al senador a presentar dos denuncias el año pasado, que recayeron en el juzgado de Daniel Rafecas.
En el expediente judicial consta que el 21 de octubre “se recibió en el despacho del senador nacional Miguel Ángel Pichetto un llamado de quien dijo ser Claudio Falaschi, quien refirió que se comunicaba con el despacho a fin de verificar si era verdad que con la firma del senador Pichetto se estaban ofreciendo vehículos en el mercado”.
“Se le informó al Sr. Falaschi que todo era falso y que el senador Pichetto desconoce el origen de la pieza en cuestión, y que la firma que en ella se le atribuye no le pertenece”, señala el expediente.
