Críticas, pedidos de interpelación y de renuncias estallaron a partir de los hechos que tuvieron lugar en la estación de trenes Constitución, que amén del vandalismo registrado desnudaron una vez más lo mal que está el servicio ferroviario.

La oposición salió a castigar con dureza a las autoridades nacionales por la política sobre los ferrocarriles, pidió la renuncia del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y denunció que el titular de Metropolitano, Jorge Taselli, es un empresario ligado al poder político.

Desde el propio peronismo, la diputada nacional del Justicialismo Nacional Marina Cassese cuestionó la falta de gestión de la Secretaría de Transporte a cargo de Ricardo Jaime y aseguró que los incidentes que ocurrieron en la estación de trenes de Constitución son “el resultado que genera el Gobierno cuando desde el Salón Blanco siembra vientos y luego el pueblo cosecha tempestades”.

Cassese anticipó que pedirá nuevamente la interpelación ante el Congreso del titular de la cartera de Transporte, como lo había hecho hace un año y medio cuando ocurrieron incidentes similares en la estación de trenes de Haedo.

En declaraciones al programa “La Barra de la City” por FM Identidad, la diputada aseguró además que el Gobierno “desprecia a los trabajadores del conurbano que todos los días deben viajar en malas condiciones y con irregularidades en los horarios” y agregó que la sociedad “no puede estar a la espera de una gestión que mal distribuye la caja negra del Estado”.

Marina Cassese es vocal de la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, que preside la legisladora Zulema Beatriz Daher del Frente para la Victoria.

Por otra parte, Elisa Carrió acusó al Gobierno nacional de “agravar” la situación de los ferrocarriles mediante la entrega de “subsidios escandalosos” a los concesionarios de los servicios. La ex diputada del ARI responsabilizó al secretario Ricardo Jaime, por generar “uno de los mayores escándalos en materia de subsidios”.

Advirtió además que el problema en los servicios ferroviarios “viene de arrastre”, pero que “fue agravado” durante la gestión del presidente Néstor Kirchner.

“Esta era una historia que iba a suceder. No es de ayer. Es un problema cotidiano de muchísimo tiempo. La gente viaja como animales en esos trenes”, advirtió Carrió.

Por su lado, Roberto Lavagna apuntó contra el Ministerio de Planificación Federal, que encabeza Julio De Vido, por los problemas en los servicios ferroviarios. “Es la acumulación infinita que el pueblo que viaja todos los días tiene que soportar y, al mismo tiempo, deben aguantar un discurso sobre un tren bala que va a costar 1.300 millones de dólares”, enfatizó Lavagna, al analizar los disturbios registrados en la estación de trenes de Constitución.

“Lo de ayer debería poner en evidencia la incapacidad enorme, infinita, que existe en el área de Obras Públicas y Transporte del país”, señaló Lavagna, para precisar luego que en el área que encabeza De Vido, de la que depende el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, “hay un problema estructural de incapacidad” y de falta de “transparencia”.

El radicalismo también embistió contra el Gobierno por el tema. Su titular, el senador Gerardo Morales, se preguntó “¨por qué la justicia no llama a declarar al secretario de Transporte, Ricardo Jaime?.

Agregó que los incidentes fueron producto “de una reacción de las cotidianas manipulaciones que sufren los usuarios de los ferrocarriles, que cada vez reciben más subsidios de parte del gobierno pero nunca mejoran el servicio.
Sergio Taselli debería explicar que hizo los con 100 millones de pesos que le dio el Estado a fines del año pasado”.

“Desde el radicalismo tuvimos que recurrir a la justicia para que informe sobre el manejo de los subsidios a los ferrocarriles. Jaime suma ya 17 denuncias, y la justicia sigue sin citarlo a declarar”, concluyó Morales.