La organización ambientalista Greenpeace realizó el primer relevo en el campamento que un grupo de tres voluntarios mantiene a 25 metros de altura, sobre árboles ubicados dentro de la Reserva de Biosfera de las Yungas, en reclamo por la urgente sanción de la Ley de Bosques.
El campamento está instalado en árboles autóctonos, desde donde el equipo de activistas monitorea la situación de la Reserva de Yungas, sobre la cual pesa una autorización de desmonte.
Antes de realizar este acampe en reclamo de la Ley de Bosques, el equipo de Greenpeace recibió entrenamiento en escalada y técnicas de superviviencia en selvas.
Además, los activistas cuentan con un sistema de comunicación por VHF y son asistidos por un grupo de apoyo en tierra.
El primer relevo se produjo cuando Nidia Barrientos dejó la Reserva después de cinco días en los que permaneció junto con Romina MacGibbon y Roxana Florelli, también activistas, quienes continuarán en las carpas.
En su reemplazo ascendió Noel Martínez de Aguirre, quien, además de ser voluntario de la organización es camarógrafo y se encuentra registrando imágenes de la zona.
“Estamos muy contentos por el apoyo recibido en estos días y seguiremos aquí hasta que se sancione la ley de bosques. Además, sabemos que ya hemos recibido más de 600 mil adhesiones a la campaña por el millón de votos en la que se le pide a los senadores el urgente tratamiento de la ley”, sostuvo Romina MacGibbon, integrante de la campaña de bosques de Greenpeace.
