La Ley Nacional de Educación fue el hecho legislativo de 2006, según una encuesta realizada por Parlamentario entre los legisladores. Un repaso por las leyes y sucesos más importantes del año.
El hombre no quería hablar de candidaturas. Pidió a gobernadores, legisladores, políticos sin cargos y militantes que se dediquen a gestionar. Simplemente a eso. Más allá de las consideraciones personales sobre el contenido de la gestión, se puede decir que este año se ha trabajado en el Congreso de la Nación. Lejos de aquel 2005, en que la Cámara baja sólo sesionó 13 veces, en 2006 las cosas fueron diferentes. Un año en que se sancionaron muchas leyes sociales, esperadas por la ciudadanía desde hacía mucho tiempo. Un año donde también aprobaron algunas leyes que ponen en duda la calidad institucional en el Gobierno K. Un año en que el oficialismo impuso sus mayorías fijas o circunstanciales para cuanta ley intentó sancionar…
Mientras en 2005 el hecho más saliente fue la parálisis legislativa, el hito de 2006 -según la mayoría de los legisladores- resultó ser la sanción de la nueva Ley Nacional de Educación. Sobre la base de una encuesta que cada año realiza Parlamentario, los legisladores se expresaron y el 36% consideró que esta ley fue la más destacada del año. Entre los hechos importantes también aparece la reducción de los miembros de la Corte (14%). Le siguen en el ranking el 10% que votó como hecho principal “la pérdida de calidad institucional” (vinculadas a la reforma al Consejo de la Magistratura, Comisión Bicameral de Seguimiento de DNU, Superpoderes y Ley de Emergencia) y “el gran trabajo legislativo”, que obtuvo el 8%.
Cada año Parlamentario realiza una encuesta entre 50 legisladores, respetando la proporcionalidad de los bloques de modo de contar con una base estadística, en que se consulta cuál fue, a criterio de ellos, el hecho legislativo más importante del año que acaba de transcurrir. En función de estas apreciaciones se decide cuál fue el hecho legislativo más importante. En 2005 fue la “parálisis legislativa” (que esta vez no fue mencionada por nadie); en 2004 el denominado “combo hegemónico” (Superpoderes + Decretos de Necesidad y Urgencia); en 2003 la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y en 2002 la Asamblea Legislativa que ungió a Eduardo Duhalde como presidente.
Durante el 2006 el oficialismo consiguió imponer su mayoría -tal como sucedió en los recintos- y logró que una ley “positiva” -al menos así se presenta- quede como el hecho más saliente del año que finalizó: se trata de la Ley Nacional de Educación, que pudo dejar en un segundo plano a temas como la reforma del Consejo de la Magistratura, los cambios en la Ley de Administración Financiera (Superpoderes) o la reglamentación de la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia. Todas éstas fueron leyes criticadas tanto por la oposición, los especialistas y la opinión pública en general. Aunque el 10% de los legisladores mencionó estos hechos en conjunto y el 6% a los superpoderes en particular, si se suman superan a la reducción de la Corte que quedaría en tercer lugar. Tal vez el más enfático en este punto fue el jefe del bloque del radicalismo en el Senado, Ernesto Sanz. “No quiero pecar de soberbio, pero hemos dado un debate realmente muy bueno frente a esos avasallamientos institucionales”, explicó. Si bien a la hora de los bifes la UCR perdió, varios legisladores lo consideraron como una victoria moral, máxime cuando unos meses después -tras la derrota del gobierno en Misiones y una baja en la imagen presidencial- éste tuvo que volver a revisar su política institucional.
El segundo hecho más saliente de 2006 fue la reducción de la Corte Suprema de Justicia a cinco miembros. Hasta ahora el Gobierno había dado pasos importantes para la mejora y renovación del Máximo Tribunal. Sin embargo, producidas las dos últimas vacantes, el Presidente decidió tomarse alrededor de un año para nombrar a los nuevos jueces. Luego de la derrota en Misiones se decidió que sería mejor que el Tribunal quedara conformado por cinco miembros, número al que se llegaría una vez que se produjeran las vacantes.
El tema contó con un amplio respaldo de la oposición. Sin embargo, algunos de ellos relativizaron la importancia del tema. “Las Cortes en el mundo tienden a ser grandes y trabajar por salas. Aunque no es grave, y uno no puede oponerse a todo -por eso la voté- creo que no tiene ninguna importancia”, dijo un senador opositor que prefirió el anonimato. No obstante, el 14% de sus pares lo contradijo, revalorizando la importancia del tema.
Trueque
Algunos creen que 2006 fue un año en que el Congreso y los legisladores casi no tuvieron participación, dado que lo único que se hizo fue refrendar las leyes que enviaba el Ejecutivo, sin importar su contenido. Otros, menos críticos, sostienen que se trata de apoyar un proyecto político que está dando resultados. Pero también hay una mirada más pragmática acerca de la supuesta subordinación del Legislativo al Ejecutivo. “No hay tal subordinación -puntualiza una diputada oficialista que se autodefine como “crítica”- sino que hay un trueque. Cada vez que nos tocó sancionar una ley indefendible, luego el Gobierno nos dio luz verde para aprobar leyes sociales importantísimas”.
Estos temas sociales también fueron considerados por muchos como los temas salientes del año 2006. Se trata de cuestiones polémicas, que muchas veces contaron con una fuerte oposición de la Iglesia Católica: tal vez las más importantes de éstas hayan sido la ley de Educación Sexual -lograda casi por unanimidad-, la de contraconcepción -que promueve la gratuidad de los tratamientos de ligaduras de trompas y vasectomía, sin que medie la aprobación judicial- y la aprobación del Protocolo Facultativo de la CEDAW (la Convención por la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer). Según sectores eclesiásticos esto sería un primer paso para abrir la puerta a la legalización del aborto, hipótesis que fue desmentida por la gran mayoría del arco político.
De estas leyes sólo contraconcepción y educación sexual fueron mencionadas por el 4% de los legisladores. Sin embargo, la última fue mencionada por algunos como parte de lo que hace a la nueva Ley Nacional de Educación.
Siguiendo con la línea del “trueque legislativo”, también hay quienes incluyen a la resolución del tema de los deudores hipotecarios que corrían riesgo de ver rematadas sus propiedades por distintos desarreglos surgidos luego de la devaluación. Gran parte del trabajo en el Congreso estuvo abocado a la resolución de dicho conflicto. Se hicieron distintos plenarios de comisiones (incluso plenarios bicamerales) y, luego de muchas prórrogas, se dio un tratamiento definitivo a algunos proyectos. Claro que aún quedan algunos hilos sueltos para atar. Este tema ha sido el más importante del año para el 4% de los legisladores consultados.
Tal vez con menos prensa, otros temas importantes tuvieron su trabajo en el Congreso. Muchas horas de la actividad fueron dedicadas a temas energéticos. Se aprobó un esquema de promoción de biocombustibles, por el cual se establece que dentro de cuatro años será obligatorio que la nafta y el gasoil incluyan al menos un 5 por ciento de componentes derivados de sustitutos vegetales; un régimen de promoción y fomento al uso del hidrógeno; un régimen de promoción de energías alternativas renovables y una iniciativa que promueve la búsqueda de nuevas cuencas de hidrocarburos mediante exenciones impositivas para empresas que inviertan en exploración. También se dio sanción a la ley que establece que los recursos hidrocarburíferos pertenecen a las provincias. Esto era un viejo requerimiento de la Constitución Nacional de 1994.
Dentro de lo que hace a servicios públicos, un hecho destacado por varios legisladores fue la reestatización de Aguas Argentinas. El tema fue aprobado con el apoyo del radicalismo, que luego se opuso a la forma de creación de AySA la nueva empresa estatal de aguas. No obstante, existieron algunos cuestionamientos a la cantidad de recursos que se derivarán desde el Estado Nacional a sectores de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense. Críticas similares recibió el proyecto de saneamiento del Riachuelo que, sin embargo, fue aprobado por unanimidad.
Otro tema que siempre está primero, en el caudal de trabajo del Congreso, tuvo que ver con la aprobación de distintos convenios internacionales. Muchos de ellos son menores y sólo refieren a la colaboración o cooperación de nuestro país con otras naciones. Sin embargo, en 2006 ocupó un centro importante el fortalecimiento del Mercosur, a través de la aprobación de medidas. La primera, el ingreso de Venezuela al grupo regional; el segundo, un plan de fortalecimiento del Mercosur, mediante el cual los países se comprometen a aportar fondos para la construcción de obras de infraestructura, mejoras sociales y otros. Lo interesante de esta medida es que los países grandes aportan la mayor parte de los fondos y son los que menos reciben, siendo esto una buena forma de pensar políticas a largo plazo.
Por último, en cuanto a leyes importantes para el Mercosur se consiguió la aprobación del Parlamento Regional, lo cual, sin duda, repercutirá en una mejora a la integración.
Como suele suceder cuando Parlamentario realiza esta encuesta, muchos de los votos de los legisladores al tema más importante del año refieren a proyectos personales. Desafíos que ellos mismos se impusieron al comenzar el año y que siguieron su curso con mayor o menor éxito.
Entre los que este año votaron por este tipo de iniciativas se ubica la senadora Silvia Giusti, quien destacó la aprobación de su proyecto de ley de pesca; Edgardo Depetri señaló como hito principal la creación de AySA S.A., que él manejó desde la Comisión de Obras Públicas de Diputados; o la senadora Laura Martínez Pass de Cresto que dijo que el tema del año fueron las leyes de viviendas, “que yo misma presenté al presidente Kirchner a principio de año y que luego el Poder Ejecutivo reformuló”. Estas incluyen las cuestiones de los deudores hipotecarios, pero además abarca el sistema de leasing y otras medidas que se fueron tomando a lo largo de 2006. Héctor Recalde observó que para él el tema legislativo del 2006 fueron las leyes en beneficio de los trabajadores.
Más allá de las consideraciones políticas sobre los temas que se trataron, 2006 fue un año activo en el Congreso, especialmente si se lo contrapone al patético 2005, caracterizado por la parálisis legislativa. De hecho, el 8 por ciento destacó como primer suceso del año que el Parlamento “trabajó como nunca”, según la expresión de un veterano legislador. Fuera de este 8 por ciento, muchos lo mencionaron como segundo o tercer aspecto de importancia.
Esta vez nadie señaló la falencia de falta de trabajo. Ni siquiera el más férreo opositor. Al menos esto representa un avance en materia institucional: 2006 fue un año de una ardua labor.
Claro que nada es perfecto: quienes conocen los tiempos del Parlamento saben que difícilmente ese ritmo laboral se mantenga el año que acaba de iniciar en medio del clima preelectoral.
Los hechos del año
Ley de Educación 36%
Reducción de la Corte 14%
Deterioro de Calidad institucional 10%
El trabajo legislativo 8%
Superpoderes 4%
Educación Sexual 4%
Leyes de viviendas 4%
Contraconcepción 4%
Otros 16%