La campaña de cara los comicios de octubre afectará la actividad parlamentaria al punto tal que se dilatará en ambas cámaras el tratamiento de numerosas iniciativas.
En Diputados, la disputa quedó reflejada en la última sesión, en la que el radicalismo y las fuerzas de izquierda decidieron dejar sin quórum al oficialismo, que aspiraba a debatir el proyecto de desfederalización de los delitos vinculados con la venta de drogas. Es que, el oficialismo cuenta con un número muy ajustado a la hora de iniciar los debates y el radicalismo adoptó la actitud de no bajar al recinto cuando no está de acuerdo con los proyectos que pretende tratar el PJ de modo tal de obligar al justicialismo a formar quórum propio.
Por eso, al bloque del PJ -que tiene a varios diputados de licencia- se le está dificultando la sanción de algunos proyectos que aspira a aprobar antes que la cercanía de las elecciones de octubre impida continuar con la actividad normal del Congreso.
Uno de los inconvenientes que tiene el Parlamento cada dos años, cuando se renueva parte de las bancas, es que aquellos legisladores que no renuevan sus escaños no muestran interés en asistir a los debates y tampoco participan en la discusión en comisiones de los proyectos.
El titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, salió a aclarar que la semana próxima habrá sesión y que la Cámara baja retomará el miércoles el debate en torno al proyecto de desfederalización de drogas, solicitado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. "Sería lamentable que entendamos que el país se pueda llegar a paralizar porque estamos a 7 meses de una elección. No se puede parar la Cámara de Diputados; puede funcionar cada quince días, pero no así las comisiones que tienen que funcionar todas las semanas", advirtió Camaño en declaraciones a la prensa.
Esta situación impidió además al oficialismo el miércoles pasado debatir el acuerdo entre el Ejecutivo y la empresa Edelap, que se quiere poner como testigo porque allí se contienen las cláusulas que el gobierno aspira a incorporar en el resto de los acuerdos que se alcancen con las empresas del sector eléctrico.
También, el trabajo en comisiones de la Cámara baja se vio afectado en las últimas semanas. Casi no se pudo avanzar en el dictamen de algunos proyectos que se debaten desde hace varios meses, ya que la ausencia de legisladores impide reunir el quórum necesario para sacar despachos.
Si bien en el Senado el parate no es tan pronunciado, existen proyectos que se encuentran demorados en las comisiones y otros que, a pesar de tener dictamen favorable, aún no fueron debatidos en el recinto. El Protocolo Facultativo de la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptado por las Naciones Unidas, es una de las iniciativas que tiene futuro incierto, ya que aún no pudo ser llevado al recinto.
Fuentes parlamentarias admitieron que en este tema hay una fuerte presión de la Iglesia Católica para no tratarlo -ya que consideran que su aplicación le abre las puertas al aborto- pero también existen otros proyectos menos conflictivos y que, desde principios de este año, no pudieron ser debatidos.
Una de las causas de la demora es que, la agenda parlamentaria mensual tiene una semana menos, debido a una decisión adoptada por los jefes de bloque a mediados de marzo, donde resolvieron de manera tácita, y sin que haya documentos que lo avalen, que en la última semana de cada mes no se realicen plenarios.