En la actualidad, la figura penal del "acoso sexual" es inexistente, por lo que los casos de esa índole son juzgados como delitos de coacción, extorsión, abuso u otros mecanismos similares que no lo enmarcan con precisión.

El proyecto para incorporar la figura al Código Penal fue elaborado por el ex juez de la Corte Suprema de Justicia Gustavo Bossert y por el constitucionalista y ex ministro de Justicia de la Nación Ricardo Gil Lavedra, quienes hoy expusieron su idea en el Senado.

El castigo previsto en la ley es de seis meses a cinco años para quien "previéndose de una situación de superioridad jerárquica, laboral, docente o de otra índole efectuare un requerimiento de carácter sexual".

En la presentación del proyecto, que ingresó al Senado, estuvieron las justicialistas Mabel Muller y Marita Perceval, Diana Conti (Frepaso), Vilma Ibarra (Frente Grande), Miriam Curletti (UCR) y el socialista Rubén Giustiniani. Aunque ausentes en la exposición, apoyaron la norma otros 16 senadores -incluido el jefe del mayoritario bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto-, por lo que se descarta su aprobación en las próximas semanas, según trascendió.

"El proyecto pone en agenda los temas de las mujeres que están muy atrasados en la política del país", explicó Vilma Ibarra.

La legisladora afirmó que con el proyecto "el acosador tendrá una sanción penal".

Según la OIT, la Argentina es uno de los países que registran la tasa de acoso sexual más alta del mundo, junto con Francia, Rumania y Canadá. Los datos revelan que el 16,6 por ciento de las mujeres padeció incidentes sexuales en el trabajo, mientras que el 11,8 por ciento sufrieron solo agresiones de tipo sexual.

"El proyecto es una forma de alentar la denuncia", opinó Muller, al tiempo que añadió: "el acoso sexual lo sufren en su mayoría las mujeres".