La Cámara de Diputados abrió el debate sobre la ley de acoso sexual, que cuenta con media sanción del Senado y establece penas de cuatro meses a cuatro años de prisión para quien mediante una relación de superioridad efectúe un requerimiento de carácter sexual.
El proyecto fue analizado esta tarde en la comisión de Legislación Penal, que preside la kirchnerista Rosario Romero, a la que asistieron como invitados el ex miembro de la Corte Suprema de Justicia Gustavo Bossert y el ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra, autores de la iniciativa aprobada en el Senado.
En la reunión de la comisión, Bossert sostuvo que "si bien la figura del acoso estaba contenida en el concepto de coacción, es importante especificar este tipo de conductas para que no haya dudas respecto al delito".
Gil Lavedra aclaró que el proyecto aprobado por el Senado "no castiga una conducta que no estuviera castigada", sino que con esta norma "estamos precisando los alcances de la coacción", al señalar que los alcances de la iniciativa "son modestos".
Durante el debate, la diputada del Peronismo Federal Graciela Camaño destacó el mérito de la comisión de haberlo puesto el acoso sexual en el debate del Parlamento, pero advirtió la necesidad de acompañarlo con la legislación laboral, al sostener que, de otra forma, "nos vamos a quedar a mitad de camino".
Camaño también puso de relieve la importancia de establecer instancias de negociación con el Senado, para que se incorpore al proyecto aprobado en la cámara alta la posibilidad de que los trabajadores puedan recurrir a tribunales de trabajadores y que el Senado acepte las modificaciones.
