Según indicaron los abogados defensores de De la Rúa, durante las dos horas de exposición el ex presidente radical marcó una serie de “contradicciones” en la investigación y negó haber “comprado” ley alguna, tal como lo acusó el fiscal Federico Delgado en su pedido de procesamiento contra el ex jefe de Estado.

De la Rúa declaró ante el juez federal Daniel Rafecas, quien lleva adelante la investigación por el supuesto pago de sobornos a pedido del propio ex presidente. Es que De la Rúa pidió aclarar algunos puntos luego de que en octubre ultimo el fiscal Delgado reclamara su procesamiento por el delito de cohecho.

Prolijamente vestido con traje azul, camisa y corbata al tono, el ex Presidente monologó ante el juez federal Daniel Rafecas en el curso de una audiencia que él mismo había solicitado y en la cual no hubo preguntas.

“Cada vez que habla De la Rúa (es la tercera vez que amplia la indagatoria) se derrumba ese castillo de naipes que constituye esta causa”, dijo su abogado Virgilio Loiácono, ex secretario de Legal y Técnica durante la gestión de De la Rúa, quien recordó que el expediente tiene 22.000 fojas y “ninguna prueba concreta”.

De la Rúa había anticipado que “rebatirá todas y cada una de las falsedades que se están diciendo” y que presentará un escrito, de 37 páginas, titulado “Mentiras en la causa del Senado” dando su versión de los hechos. En ese escrito el ex presidente descalifica a todos los testigos -y fundamentalmente al “arrepentido” Mario Pontaquarto- a quienes trata de mentirosos y hace un análisis psicologista, citando a expertos de la salud mental.

En el mes de octubre último el fiscal federal Federico Delgado pidió el procesamiento del ex presidente al imputarle la “compra”, en el año 2000 y mediante el pago de sobornos, de la polémica ley de reforma laboral luego derogada.

El representante del ministerio público sostuvo, en su dictamen de 11 carillas, que De la Rúa había “”ordenado la compra” de la ley para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Como intento de réplica a esa afirmación, el ex presidente sugirió al magistrado que cite a declarar a José Luis Machinea, ex ministro de Economía durante la gestión de la Alianza.

Delgado dijo que las imposiciones del organismo crediticio eran el “motivo real” que tuvo de la Rúa “para ordenar que se paguen sobornos en el Senado” y que la intervención del ex presidente en la maniobra “fue esencial a tal punto que sin su aval no se hubiera podido producir la conducta delictiva”.

“La necesidad de reformar algunas leyes, literalmente a cualquier precio” para que los mercados “viesen señales positivas para invertir” fue analizada por Delgado quien enfatizó que “para permanecer fue necesario comprar una ley”.

Respecto del encuentro en que se habría acordado el pago de las coimas, tal como lo reveló el “arrepentido” Mario Pontaquarto, el fiscal sostuvo que esos dichos “se compadecen con la realidad” y que, efectivamente se realizó, esa reunión el 4 de abril de 2000. “Se probó que desde la oficina presidencial el mismísimo Presidente de la Nación, era parte del acuerdo ilegal y que, no solo lo aprobaba, sino que encomendaba ultimar los detalles con el secretario de inteligencia”, el ya procesado Fernando de Santibañes, se reseñó en aquel dictamen.

En esta causa ya tienen procesamiento confirmado por “cohecho activo” (la misma figura por la que Delgado pidió que se procese a De la Rúa) el ex ministro de Trabajo de la Alianza, Alberto Flamarique, Santibañes y Pontaquarto.

Allegados al ex jefe de Estado admitieron que De la Rúa tiene asumido que el magistrado dictará antes de fin de año su procesamiento, pero de todas formas quiso presentarse a declarar para volver a descalificar los dichos del “arrepentido” Mario Pontaquarto y otros testigos de la causa.

Según explicaron los defensores, la declaración del ex jefe de Estado fue “distendida” y sirvió para “descalificar genéricamente los distintos elementos que se valoraron para procesar al restos de los imputados”.

“De la Rúa puso al descubierto que no había prueba alguna de que los fondos hubiesen salido del Tesoro nacional”, indicó el letrado. Y concluyó que “cada vez que habla De la Rúa, tiembla el castillo de naipes que es esta causa”.

Delgado dijo que la ley de reforma laboral era necesaria para cumplir con las exigencias del organismo crediticio que fueron el “motivo real” que tuvo el ex Jefe del Estado “para ordenar que se paguen sobornos en el Senado de la Nación”.

La intervención de De la Rúa en los hechos “fue esencial a tal punto que sin su aval no se hubiera podido producir la conducta delictiva”, resumió el fiscal tras reiterar que el pago de coimas obedeció a la grave situación económica que se vivía y a las exigencias de los organismos de crédito.

“La necesidad de reformar algunas leyes, literalmente a 'cualquier precio'” para que los mercados “viesen señales positivas para invertir” fue analizada por Delgado, quien enfatizó que “para permanecer fue necesario 'comprar' una ley”.

Además, De la Rúa intentará desvirtuar hoy la descripción del despacho presidencial que hizo el “arrepentido” Mario Pontaquarto.