La Cámara de Diputados mendocina aprobó y giró al Senado un nuevo proyecto de Ley de Tránsito en el cual, a partir de una serie de modificaciones, se plantea que aquellas personas que conduzcan a más de 150 kilómetros por hora vayan presas.

En la iniciativa, que ahora debe ser analizada por la Cámara Alta de la provincia, se dispone que a esas personas, además, se les retenga el carnet de conductor, mientras que la misma suerte correrán los mendocinos que tengan licencias sacadas en otras provincias. En cuanto a la pena de arresto efectivo, este caso incluye también a los automovilistas que circulen en “estado de ebriedad” o “bajo los efectos de estupefacientes”, o bien quienes transiten “sin permiso por encontrarse inhabilitados por pérdida total de puntos o resolución de la autoridad competente”.

También se penaría con cárcel a quienes “participen u organicen en la vía pública competencias no autorizadas de destreza o velocidad con automotores”, conocidas como “picadas”, según lo señalado en la edición de la fecha por el diario Uno de esta ciudad.

Otro de los cambios introducidos apunta a incrementar los plazos de la prescripción de las multas: de 1 a 3 años para las faltas leves; de 2 a 4 años para las graves, y de 5 años para las consideradas “gravísimas”, aunque no se haya notificado la sentencia.

Para los conductores profesionales dependientes de entes públicos o privados se prevé que recibirán una quita de puntos por las infracciones viales que puedan atribuirse a su propia responsabilidad, lo que significa que los patrones deberán hacerse cargo si un vehículo circula en malas condiciones o sin la revisación técnica correspondiente.