La oposición aguarda frotándose las manos la presencia para este miércoles de Alberto Fernández, quien concurrirá para dar su informe bimestral en la Cámara baja.

Los jefes de las principales bancadas de la oposición se reunieron para coordinar la acción que llevarán a cabo en el recinto, y evitar que la dispersión le permita a Fernández eludir las preguntas más urticantes.

Así las cosas, acordaron concentrar la ofensiva en tres temas: el denominado “caso Skanska”, el conflicto en el INDEC, y el intento de pago al Grupo Greco de una suma de 590 millones de pesos por presuntas deudas del Estado con ese conglomerado de empresas, que fueron intervenidas durante la última dictadura militar.

Según fuentes parlamentarias, el informe de Fernández incluirá un balance de los primeros meses del 2007, en el que hará referencia a los índices de crecimiento económico, la reducción de la desocupación y destacará, asimismo, el rol del Congreso en la sanción de leyes claves para el gobierno.

El informe debería arrancar a las 10.30, aunque se prevé una prolongada demora para el inicio.

No se descarta que entre los temas sobre los que vaya a hablar el jefe de Gabinete figuren las negociaciones con Uruguay por las papeleras y realice Fernández un informe sobre los resultados de la cumbre celebrada los últimos días en Madrid, en la que se lograron avances para buscar destrabar el conflicto por la instalación de la papelera Botnia en Fray Bentos.

Si bien los diputados presentaron con antelación más de 600 preguntas por escrito, siguiendo el mecanismo habitual en estos informes de la Jefatura de Gabinete, sobre los temas más diversos, ahora buscarán concentrarse en esas tres cuestiones, para no darle a Fernández la oportunidad de “irse por la tangente”, como explicó uno de los jefes de bancada.

Además, reclamarán que el jefe de Gabinete “se ajuste estrictamente al reglamento”, que indica que debe responder de a una cada pregunta que se le formule, y no que utilice el recurso usado hasta ahora, consistente en que los voceros de cada bloque formulen primero todas sus preguntas, para que luego el funcionario brinde una respuesta global.

La idea es que el jefe de Gabinete responda con precisión cada explicación que se le pida, y no que haga una exposición final imprecisa.

Desde el oficialismo, se admitió que se aplicará el reglamento y que Fernández tendrá que responder luego de la intervención de cada bloque, pero observó con picardía: “también tiene la opción reglamentaria de responder por escrito en cinco días”.