El titular de la Cámara de Casación Penal Alfredo Bisordi acusó además al Gobierno nacional de querer "sacar a los jueces que no le son afínes ni le ofrecen garantías".
El titular de la Cámara de Casación Penal Alfredo Bisordi presentó la recusación de todos los miembros del oficialismo en el Consejo de la Magistratura y acusó al Gobierno de querer “sacar a los jueces que no le son afínes ni le ofrecen garantías”.
Incluso, el magistrado aseguró que no le tiene “miedo” al presidente Néstor Kirchner y cargó sus tintas contra el diputado kirchnerista e integrante del Consejo Carlos Kunkel, al asegurar que fue él quien lo mandó a “apretar” para que renunciara.
“El Presidente es el enemigo número uno mío, pero yo no le tengo miedo a Kirchner”, desafió Bisordi al presentar su descargo ante el Consejo, que lo acusa por su supuesta intencionalidad en la demora en causas vinculadas con crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura.
Tal como había adelantado por escrito, el camarista pidió la recusación de seis miembros del Consejo de la Magistratura porque -según dijo- “no dan los requerimientos mínimos de objetividad” y “parcialidad”.
La recusación, presentada para evitar que los representantes del kirchnerismo intervengan en el expediente en su contra, se basó en la percepción de que tienen “enemistad manifiesta” y “persecusión ideológica” con él.
Alcanzó a los consejeros Diana Conti, Carlos Kunkel, Nicolás Fernández, María Laura Leguizamón, Santiago Montagna y Marcela Losardo.
Según informaron fuentes del Consejo, el pedido de recusación de Bisordi deberá ser analizado en el plenario de consejeros -del que no participarán los representantes sobre quienes recae la solicitud de Bisordi- y podría tomarse una determinación en menos de 15 días.
En su descargo, el titular de la Cámara de Casación Penal insistió en varias oportunidades que el Gobierno quiere “sacar a los jueces que no les son afines ni le ofrecen garantías”.
De hecho, Bisordi se refirió al “evidente caso Skanska” y acusó al Gobierno de “querer sacar a los jueces que podrían comportarse de modo independiente en la causas de corrupción que se avecinan y que serán tratadas por la Cámara de Casación”.
Bisordi aseguró que esa es la “real causa” de la acusación que pesa sobre cuatro miembros de la Cámara de Casación y no el supuesto atraso en las causas contra represores de la dictadura.
Citó, entonces, al juez en lo Penal y Económico Javier López Biscayart, que investiga el pago de coimas efectuado por la empresa sueca para la construcción del Gasoducto del Norte y que fue denunciado por el Gobierno.
“El caso de López Biscayart es evidente. Quieren sacar a los jueces que no les ofrecen garantías”, dijo, y se quejó de que “el derecho de defensa incluye el ser investigado, no ya juzgado, por funcionarios que tienen respecto de mí o del caso un mínimo de objetividad para su tratamiento”.
En ese sentido, el magistrado recordó que le quedan 9 meses para jubilarse, por lo que le sugirió al oficialismo “que se quede tranquilo” porque no puede “intervenir en las causas que les interesan”.
Además, el juez apuntó sus dardos contra los organismos de derechos humanos por las denuncias recibidas y aseguró que “están unidos” en su contra.
“Los organismos de derechos humanos siempre estuvieron contra mí, desde que me iban a designar juez en 1992. No soy un juez nombrado por un gobierno de facto. Hace 15 años que soy juez y sólo tuve dos denuncias por el caso de los skinheads, y fueron rechazadas”, dijo Bisordi ante el Consejo de la Magistratura.
Una y otra vez, el camarista señaló que el proceso que se le inicia tiene fundamento sólo en que es considerado un “enemigo político o ideológico del Gobierno” y se quejó porque quieren echarlo por “la ventana de los tribunales después de 40 años de servicio”.
“Pretenden denunciarme por un hecho que es descabellado y falso. Es descabellado porque estoy excusado y he sido recusado en todas las causas que se mencionan como demoradas. Por eso, no estoy en aptitud ni de adelantar ni de retrasar las causas. Las demoras, si existieren y fueron imputables, no son imputables a mí”, manifestó.
El juez recordó que se le imputa “como presidente haber dictado una providencia este año -en el marco de la denominada megacausa Esma y Cuerpo I del Ejército-, en concurrencia con los cuatro presidentes de las salas. Yo no puedo decidir nada por mí mismo, pero me quieren someter a juicio solamente a mí”, continuó.
“Solo pueden entenderse el juicio porque políticamente o idelógicamente soy enemigo del Gobierno”, consideró Bisordi en uno de los momentos más duros de su discurso, mientras que en la puerta de la sede, empleados judiciales manifestaban en reclamo de mejoras salariales y del nombramiento de los “meritorios”.
