Se trata de una obra de David Alfaro Siqueiros pintada en 1933, que es reclamada a nuestro país desde México.
Sin debate y por unanimidad, fue aprobado un proyecto de ley por el cual se autoriza la expropiación del mural pintado por el artista mexicano, en una casa de la localidad de Don Torcuato y que desde 1991 se encuentra fragmentado en cinco contenedores.
La obra llamada “Ejercicio Plástico” fue desmontada, fragmentada y ubicada en contenedores por la empresa Seville en 1991, pero la firma quebró y la titularidad del valioso mural quedó en disputa.
Siqueiros pintó el mural con la colaboración de los argentinos Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y Lino Eneas Spilimbergo, y del uruguayo Enrique Lázaro, lo cual lo convierte en una obra emblemática de la plástica latinoamericana.
El trabajo plasmado en un subsuelo de la quinta de 200 metros cuadrados resultó atípico, ya que no refleja ninguna cuestión social ni política, como la totalidad de las obras que pintó en México, sino el cuerpo desnudo de su mujer.
La Unión de Muralistas Latinomaericanos le pidió durante un reciente viaje a México a la senadora Cristina Fernández de Kirchner que se ocupara de destrabar la situación del mural, que se pudría en cinco contenedores luego de haber sido sacado del sótano.
Una ley del Congreso que declaraba al mural de interés artístico nacional y tendía a destrabar la situación había sido vetada por el presidente Eduardo Duhalde porque “la autoridad administrativa no ha podido constatar el estado del mural”.
El nuevo proyecto será ahora girado al Senado para su tratamiento y luego de convertirse en ley, el Estado deberá pagar la indemnización correspondiente a quien resulte titular del mural o al juzgado en el cual se dirima la titularidad.
