El Senado convirtió en ley por una unanimidad la modificación de la Ley Cafiero, pedido por el jefe de Gobierno electo Mauricio Macri para poder contar con una fuerza de seguridad porteña.
Los senadores brindaron su apoyo a la iniciativa que propone modificar la denominada Ley Cafiero de autonomía porteña, para permitirle a la ciudad de Buenos Aires que cree su propia policía, sin que entre en la discusión la cuestión de la transferencia de los fondos.
El miembro informante del oficialismo fue la senadora Sonia Escudero, quien hizo alusión al status jurídico propio de la Ciudad de Buenos Aires como Capital Federal.
La legisladora salteña admitió que “por el apuro de la aprobación de esta norma no se han tocado otros artículos que se deben debatir sobre la potestad de la Policía Federal y la nueva policía porteña”.
Con respecto de la transferencia de recursos, la senadora aclaró que “no hay transferencia de competencia y funciones sino que lo único que se está haciendo es ajustar a la Constitución del 94 una ley que prohibía un derecho de la Ciudad”.
Sobre los recursos, Escudero que fue tajante. “Hay que leer la Constitución entera para comprender que no se hará nunca la transferencia de recursos mientras sea la distribución de la riqueza tan injusto. Es imposible pretender que se transfiera los recursos a una Ciudad que recibe cuatro veces más a la media nacional”, concluyó la senadora justicialista.
También el senador Ricardo Gómez Diez apoyó las palabras de Escudero y solicitó la modificación de la Coparticipación Federal de Impuestos.
La senadora por la Ciudad Vilma Ibarra destacó “la necesidad de la autonomía pero protestó por el poco debate y la falta de un plan de seguridad integral”. Ibarra apuntó contra el apuro del jefe de Gobierno electo Mauricio Macri y se conformó con este paso que habilita a tener policía propia.
Sin embargo, Ibarra le contestó a Escudero. “La Constitución se lee de una forma y no a medias y con la historia, porque los Constituyentes del 94 fueron quienes dijeron que nunca más nos iban a tirar las instituciones de la Nación a las provincias sin recursos como Cavallo lo hizo con la Educación y la Salud”.
“Hoy por mi mañana por ti”, disparó Ibarra a los colegas provincianos y agregó: “No se le toca un peso a las provincias porque historicamente la seguridad estuvo en el Presupuesto nacional y nunca fue coparticipable”.
“¿Por qué pensar que la Ciudad es la posibilidad de hacer caja para el Gobierno nacional?”, se preguntó la senadora.
En un tono irónico, la legisladora porteña dijo que “el enemigo de las provincias no se llama la Ciudad de Buenos Aires. Debemos discutir un federalismo y su distribución de la riqueza”.
Desde el radicalismo, el jefe de bloque Ernesto Sanz confesó que “quedó gusto a poco, ya que es un proyecto de ley que avanza sobre la autonomía y punto”.
El titular del bloque Frente para la Victoria Miguel Angel Pichetto dejo en claro que no se le está transfiriendo nada. Solo le estamos dando la posibilidad a que esta Ciudad arme y prepare su propia policía.
“Creer que una fuerza de seguridad propia va a solucionar los problemas de inseguridad de los porteños es una fábula urbana. Estoy convencido que la Ciudad tiene una de la mejor policía de latinoamérica”, detalló el senador oficialista
“No sé qué van hacer, pero vamos a ver qué hacen”, dijo Pichetto en alusión a Macri, desafiándolo.
La nueva ley determinó que la Nación seguirá ejerciendo sus funciones y facultades en materia de seguridad con la extensión necesaria para asegurar la efectiva vigencia de las normas federales mientras la ciudad siga siendo Capital de la República.
Sin embargo, se agrega que el Gobierno porteño “ejercerá las funciones y facultades de seguridad en todas las materias no federales”, pero que el Gobierno nacional continuará velando por la seguridad de los porteños “hasta que aquel ejercicio sea efectivamente asumido” por la Ciudad.
La norma incluye una cláusula transitoria que autoriza a la ciudad de celebrar los “convenios necesarios” con la Nación para hacer efectivo el traspaso gradual de la seguridad de un estado al otro.
Para que la Ciudad cuente con su fuerza de seguridad, el jefe de Gobierno Mauricio Macri deberá acordar con el presidente Néstor Kirchner o quien lo suceda a partir del 10 de diciembre qué parte de la Policía Federal pasará a la órbita porteña, y cuál seguirá dependiendo del Gobierno Nacional.
Además, habrá que discutir la cuestión presupuestaria, ya que el mantenimiento de esa fuerza demanda actualmente 900 millones de pesos anuales, que el Gobierno Nacional no está dispuesto a transferir, al igual que diputados y senadores de distinto signo ideológico que representan a varias provincias.
El proyecto llegó directo al recinto sin pasar por la Comisión de Asuntos Municipales, como se había dispuesto previamente por error. Es que la Secretaría Parlamentaria del Senado, que es la que determina los giros a comisiones, dispuso que fuera a Asuntos Municipales, copiando el trámite que tuvo en la Cámara baja.
Pero se recordó que el reglamento de la Cámara que determina las competencias de las comisiones, fija taxativamente en su artículo 66 que Asuntos Municipales no puede tener injerencia en ninguna cuestión atinente a la Capital Federal.
