El todavía diputado nacional socialista Hermes Binner fue recibido por el Presidente en su despacho de la Casa Rosada.

Tal cual ocurriera con el propio Mauricio Macri luego de su triunfo en la Capital Federal, el gobernador electo de Santa Fe concurrió a la Casa de Gobierno. En este caso lo hizo junto a su vicegobernadora electa, y según se informó dialogó con el primer mandatario sobre lo que podrá ser la relación entre la provincia y el Gobierno nacional en una eventual administración de Cristina Kirchner.

Binner vislumbró un buen diálogo con el Gobierno central a partir del 10 de diciembre. Incluso fue más lejos al señalar que en la experiencia de la intendencia rosarina “nunca hemos tenido ninguna traba del Gobierno”, calculando que “ese buen diálogo se va a mantener después del 10 de diciembre”.

Binner prefirió no hablar luego con la prensa respecto al pedido de algunos sectores de la oposición de reclamar veedores de la OEA para los comicios de octubre, señalando tan solo que prefiere las veedurías antes que por las observaciones internacionales, porque que “los veedores pueden ver el proceso electoral en todos sus vericuetos y no sólo sentarse a tomar café y hablar con los candidatos”.

El diputado señaló también que “la ética del gobernador pasa por el diálogo con las autoridades electas”. Destacó además que a nivel nacional “hay una Corte Suprema de lujo”, tal como “nos merecemos todos los argentinos”.

Fiel a su estilo, el gobernador electo en Santa Fe eludió consultas acerca de su posicionamiento nacional con miras a octubre, teniendo en cuenta la alianza entre el titular del PS, Rubén Giustiniani, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y sostuvo que su única preocupación es “destinar todos los esfuerzos en Santa Fe”.

Del encuentro en el despacho presidencial participaron además el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y su vice, el socialista Jorge Rivas.