“Hay que conformar una nueva mesa de diálogo en la que estén incluidos todos los sectores -gobiernos nacional y provincial, CGT, CTA, empresarios y trabajadores-, para acordar que parte de la captura de merluza sea entregada a las plantas pequeñas que están dispuestas a registrar a sus empleados y restringir el permiso o cupo a las grandes empresas que no tengan a su personal en relación de dependencia “, dijo Edgardo Depetri, diputado nacional y miembro de conducción de la CTA.

A juicio de este legislador kirchnerista, “el intendente Daniel Katz tiene que asumir un fuerte compromiso para evitar la profundización del conflicto”, y advirtió que las grandes empresas mandan los buques al sur a pescar langostinos -que se venden a un mayor precio y no se filetean- y desabastecen de merluza a las plantas pequeñas, dejando sin trabajo a miles de trabajadores.

Depetri recordó que el conflicto se originó porque “el acuerdo firmado el 1º de agosto entre el Ministerio de Trabajo y la Cámara del sector fue roto por las empresas que se negaron a registrar a sus trabajadores y provocaron miles de despidos”. En Mar del Plata más de 7500 trabajadores de la pesca, de un total de 14 mil, se desempeñan como fileteros, envasadores y peones sin relación de dependencia, es decir, en negro o contratados a través de seudo cooperativas.