Nueve senadores se elegirán en la Sexta y Octava sección electoral. Las encuestas señalan que el FpV logrará la mayoría de las bancas en disputa.
La gran cosecha de senadores que logrará el FpV no sorprenderá a nadie en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La sorpresa, más bien, será si no lo logra. Aquí concluiremos con el repaso de cómo se presentarían electoralmente las secciones donde se eligen legisladores provinciales, en este caso, nos posaremos en detalle sobre las regiones que comprenden a la Sexta y la Octava Sección Electoral.
De los 23 senadores provinciales que se elegirán en las próximas elecciones, 6 resultarán de la Sexta y 3 de la Octava, y el FpV se quedará con varias de esas bancas, o tal vez en todas.
El hecho que los pronósticos no descartan es que el FpV pueda quedarse con todas las bancas, lo que no significa que en estos lugares el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli sea demoledor, lo cual tampoco se descarta.
La buena cosecha de legisladores por parte del FpV se deberá a “las desinteligencias” de las fuerzas opositores que se multiplican, siguiendo más una regla de mercadotecnia o pensando en 2 o 3 diputados nacionales que en ingresar legisladores provinciales.
El sistema electoral vigente desde 1935, con algunas leves modificaciones, no responde a un esquema político donde se multiplican las ofertas. Más bien está pensado para que las propuestas sean pocas.
El FpV, por su parte, tomó nota del asunto, y luego de muchas especulaciones sobre las posibilidades concretas de habilitar “colectoras seccionales” la orden bajó en forma negativa e incondicional.
Las “colectoras” finalmente, para el FpV, se posibilitaron en los distritos (que incluye al de La Plata, que vía excepción habilitan colectoras seccionales), porque suma para todos “los de arriba” y los distritos donde se habilitó no se pone en riesgo ante algún opositor. La lógica de la ingeniería electoral es acorde con el sistema. En la oposición, los tonos desentonan y los pronósticos no los favorecen.
Sexta
En la sexta sección electoral viven unos 700 mil habitantes, lo que representa el 5,10 por ciento del total de habitantes que tiene la provincia de Buenos Aires. Algo menos de 400 mil votantes concurrirán a las mesas y unos 330 mil serán los que voten positivamente.
Se dice que en las elecciones legislativas el voto en blanco seccional no es tan alto como en las elecciones donde se eligen intendentes. Los partidos vecinalistas concurren con boletas locales solamente, lo cual alienta al voto blanco. Por caso, el voto blanco en el orden local ronda el 8 por ciento (similar al promedio provincial) pero en lo seccional trepa al 20 por ciento y, aunque suele bajar un poco cuando se elige gobernador, la cifra es más cercana a esta última que a la primera.
Si bien la existencia del vecinalismo no es exclusiva de la Sexta Sección Electoral, es importante detenerse aquí porque abarca a tres de las principales ciudades de la misma. Ciudades donde suele ganar el voto blanco en el orden seccional. Pero la topadora K arrasó en uno de ellos, coló el hermano de un intendente vecinal y prestó sello para armar una colectora de la lista oficialista.
En la región deberán repartirse 6 bancas de senadores, el cociente “repartidor”, que representa el 16,66% , rondará los 56 mil votos y, tal como están las cosas, sólo el FpV está superando esta cifra sin problemas.
Se dice que Bahía Blanca representa una porción importante de los votos que aquí están en disputa, donde los 210 mil electores habilitados constituyen casi el 40 por ciento del total de la sección. Pero la tendencia en Bahía Blanca ya no aparece tan significante como antaño. La fragmentación política más que una tendencia es una importante base. Un 30 por ciento (algo más de 40 mil votos) en Bahía Blanca dejaría a los opositores a pasitos del piso, pero no se tienen certezas sobre si serán de UNA o de la CC.
La lista cívica se posa sobre las bases de Bahía Blanca y Coronel Rosales, centro urbano que representa el 8,21 por ciento del total de la sección; UNA deposita sus ansias en Bahía y el interior con eje en coronel Dorrego y Pringles.
La disputa local, en la gran Bahía, todavía hoy presenta algunas incertidumbres. A la recta final llegan tres candidatos del montón que largaron. El actual intendente y una colectora del oficialismo parecen relegar a la lista opositora, que “le está fallando el espejo”. Sucede que el candidato opositor quería “espejar” (ir en más de una boleta) la lista local con la CC y con UNA, pero al parecer eso no fue posible y tendrá que optar por una de las dos. Sumar las listas “espejos” sólo fue válido para Carlos Ruckauf y Felipe Solá en el 1999 (espejaron con la candidatura de Domingo Cavallo presidente), ahora no se puede.
La lista oficialista del FpV seccional no cayó bien en dirigentes históricos del peronismo regional, pero no hubo tiempo para presentaciones alternativas, por lo que no se descarta que por “el costado” favorezcan a alguna lista opositora que no está por el momento definida y puede haber alguna sorpresa (Alieto Guadagni sonríe).
La Capital
En la Octava Sección -que tiene la particularidad de ser conformada por un solo distrito, la ciudad de La Plata- se eligen 3 senadores y la discusión de estas bancas se reduce a tres o cuatro listas de las varias que hay presentadas. El FpV disputa el primer y segundo lugar en la elección, cuál de las dos variantes es finalmente la ganadora y porqué margen.
La capital de la provincia de Buenos Aires alberga a unos 570 mil habitantes y representa el 4,14 por ciento del total de habitantes de la provincia. Constituye, además, el único distrito que conforma una Sección Electoral.
Como sucede en general en las grandes ciudades que existen en Buenos Aires el ausentismo es mayor que en el interior de la provincia. El caso concreto de la ciudad de La Plata, en la última elección con un padrón de 433.482 electores efectivamente concurrieron a votar 331.188, de los cuales 295 mil votaron positivamente. Como en esta oportunidad la elección es general, los entendidos, señalan que no caerá la participación. Por lo tanto, se calcula que el piso para entrar en el reparto de bancas para senador es de unos 100 votos positivos que constituyen el 33,33 por ciento del total.
El sistema estipula que si ninguna de las fuerzas políticas que participan de la elección logra obtener este primer porcentaje (el 33 por ciento) el piso se divide por 2; por lo tanto la cifra mágica se transformará en 16,66 por ciento, unos 50 mil votos positivos.
Todos los observadores señalan que nadie pasará el 33,33 por ciento, pero si alguna de las fuerzas logra hacerlo se quedará con los tres cargos en juego. Lo esperado en la ciudad de las diagonales es que los frentistas que acompañan, en la boleta seccional, al actual intendente Julio Alak y al actual diputado provincial Pablo Bruera (ambos candidatos a intendentes del FpV), Guido Carlotto e Iván Maidana, integren la misma bancada mayoritaria del FpV en la Cámara alta, luego del 10 de diciembre, mientras tanto cuidan su estado físico practicando “lucha libre” en “campaña negativa” con causas penales por aquí y por allá.
La tercera banca en juego es la de la discordia. Varias alternativas se barajan al respecto. La primera que surge es que el ganador de las dos propuestas mencionadas se lleve dos y uno el otro. Otra posibilidad es que la CC llegue al 16,66 por ciento y se quede con uno y la más remota, pero posible, que finalmente la candidatura a intendente de Carlos Castagneto logre arrastrar a Roberto Raúl Zapata hasta el Senado.
La CC lleva a un radical de larga trayectoria en la ciudad, que conforma sección electoral, Luis Porfirio Malagamba, pero no será fácil. El último registro de la fuerza -en el 2005- marca 37.005 votos, el 12,50 por ciento. Las plegarias de los cívicos están dirigidas a su “jefa espiritual” y de lo que ella logre conseguir.
El voto que el universo peronista-oficialista logró en el 2005, es considerable. Sumando los votos conseguidos, en aquella oportunidad por el FpV, PJ y el sello de Bruera, suman el 69,74 por ciento del total de los positivos. Ahora, la candidata CFK no tiene buenos números en la ciudad: logró el 38% en el 2005 y esperan una cifra similar para el 28 de octubre.