Por iniciativa de los diputados porteños Helio Rebot y Facundo De Filippo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, fueron recordadas en el Parlamento porteño Azucena Villaflor de Vincenti, María Eugenia Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, impulsoras de las primeras marchas en plaza de Mayo en 1977.

Las tres fueron distinguidas como “ciudadanas ilustres post mortem”, recibiendo esos homenajes a través de sus respectivos hijos vivos.

Recordemos que las tres mujeres fueron arrojadas al Río de la Plata, siendo sus restos rescatados en 2005.

La distinción había sido sancionada el 4 de abril pasado con el propósito de realizar el acto el 30 del mismo mes, al cumplirse los treinta años de la creación de la agrupación Madres.

En aquella ocasión esos mismos hijos las recordaron con el siguiente texto, ahora incluido en los diplomas: “Nuestras madres, incansables luchadoras que dieron la vida por sus hijos -expresan- no pudieron vencer a la muerte, pero eran tan obstinadas que si pudieron vencer al olvido. Y volvieron. Volvieron con el mar, como si hubieran querido dar cuenta, una vez más, de esa tenacidad que las caracterizó en vida. La presencia de sus restos da testimonio de que no se puede hacer desaparecer lo evidente. Volvieron con ese amor incondicional que sólo las madres tienen por sus hijos, para seguir luchando por ellos, por nosotros”.

Los diplomas fueron entregados a Pedro de Vincenti, hijo de Azucena Villaflor; Luis Bianco, hijo de María Eugenia Ponce de Bianco; y Ana María y Mabel Careaga, hijas de Esther Ballestrino de Careaga.

El acto se realizó en el Salón Dorado de la Legislatura porteña.