El jefe de Gobierno vetó la creación del mismo argumentando su inviabilidad.
Siguen las medidas fuertes del jefe de Gobierno porteño. Ahora le tocó el turno a la creación de un laboratorio estatal de producción de medicamentos, para atender los problemas de salud de los sectores más desprotegidos.
Mauricio Macri decidió vetar la ley que impulsaba ese emprendimiento. Lo hizo a través de un decreto emitido el Día de los Inocentes, el pasado 28 de diciembre, pero conocido al publicarse en el Boletín Oficial.
El objetivo de la creación de ese laboratorio era, según la ley vetada, producir medicamentos “huérfanos, de escaso interés comercial, u otros que se consideren básicos o imprescindibles para atender los problemas de salud de los sectores más desprotegidos”.
El jefe de Gobierno admitió compartir el espíritu del emprendimento, pero entiende que “el desarrollo y la plena operatividad del laboratorio en cuestión, no resulta viable en el contexto y condiciones previstas”.
La ley fue aprobada en vísperas de la asunción del macrismo, el 29 de noviembre. Implementaba la financiación del emprendimiento a través de fondos estatales provenientes de la Ciudad o de la Nación, como así también con recursos propios provenientes de la venta de algunos medicamentos y por donaciones.
El decreto que le baja el pulgar a la norma apunta a la mención de medicamentos “huérfanos”, “básicos” o “imprescindibles”. Señala que la ley hacía referencia a “un muy amplio espectro de drogas, lo que exigiría contar con una estructura significativa y con recursos técnicos y humanos capacitados para producir tan vasta gama de productos medicinales”.
Establece además que por las características del laboratorio proyectado, la Ciudad “actualmente se carece de recursos específicos para ser destinados al desarrollo” del proyecto.
Para habilitar un laboratorio de ese tipo deben proveerse “condiciones especiales de almacenamiento necesarias para cada tipo de droga, lo que implica contar con depósitos, heladeras y cámaras frigoríficas para una variedad importante de drogas, un stock significativo de materiales, prospectos, envases, frascos, máquinas para ‘blistear’ y todos aquellos insumos que hacen a la producción, envasado, buena guarda y distribución del material”.
Además, se indicó que “el proyecto de norma en análisis carece de previsiones en materia de patentes, registro y propiedad intelectual”.
El decreto macrista establece que “las características del organismo cuya creación se propugna y el importante volumen de producción de medicamentos que se estima alcanzar a través del mismo hace presumir que llevar adelante la mentada iniciativa significará una importante erogación para el erario público”, sostuvo.
