Previsiblemente, legisladores de la oposición salieron al cruce de la decisión del gobierno porteño de dejar prescribir 2.500.000 infracciones de tránsito. Al respecto, consideraron que tal medida no sólo implica un perjuicio para el fisco, sino también es malo para la conciencia ciudadana.

Diego Kravetz se quejó por considerar que la medida anunciada “no es una política adecuada para las circunstancias del fisco” y remarcó que “si bien hay que buscar mecanismos para agilizar la administración pública, el cobro de infracciones debería maximizarse, porque la punibilidad es un ejemplo para que no vuelvan a cometerse”.

En el mismo sentido, el también kirchnerista Sebastián Gramajo sostuvo que la prescripción de más del 40 por ciento de las multas “atenta contra mecanismos de responsabilidad ciudadana y del gobernante”.

Asimismo se preguntó “qué tipos de faltas prescriben y quiénes se benefician con esta medida, especialmente qué empresas dejarán de pagar”.