Un proyecto propone agregar una leyenda aclaratoria a los retratos de funcionarios de la última dictadura colgados en organismos oficiales.
La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja emitió dictamen para un proyecto que propone que los retratos y plaquetas ubicados en dependencias oficiales pertenecientes a integrantes de la última dictadura militar lleven en el futuro la inscripción de “funcionario usurpante”.
El proyecto fue presentado por el diputado Ariel Basteiro y establece que a los retratos de los funcionarios que se hayan desempeñado desde el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983 se les adicionará la inscripción de “funcionario usurpante” junto al cargo que desempeñaron.
En rigor, el proyecto pedía lisa y llanamente el retiro de los retratos, pero los legisladores acordaron modificar el proyecto original y, en lugar de sacarlos, propusieron demarcarlos e identificarlos como “funcionarios usurpantes”.
Cabe recordar que las imágenes de los ex presidentes de facto Jorge Rafael Videla y Reinaldo Bignone que estaban en el Colegio Militar fueron retirados por orden de Néstor Kirchner. Por el contrario, aún continúan en sus respectivos lugares en el Ministerio de Trabajo los retratos de los generales Horacio Liendo y Llamil Reston, del brigadier Julio Poncile y Héctor Villaveirán.
El proyecto señala que “la sociedad ya los juzgó. Sin embargo, los poderes Ejecutivos, Legislativo y Judicial aún no han revisado el paquete de leyes, decretos y disposiciones que les permitieron mantenerse impunes. Son criminales de lesa humanidad o cómplices de éstos últimos y así se los conoce en el mundo”.
“Todos los funcionarios, sin excepción alguna, que se desempeñaron entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983 fueron penal o moralmente responsables de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura”, agrega el proyecto, que fue respaldado por el oficialismo. Desde la oposición en cambio, el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Vega anticipó su rechazo al argumentar que el “nuevo escenario político” abierto la semana pasada -en referencia a la votación del Senado- obliga a “rechazar la intolerancia”.
