Le duró poco al Gobierno la euforia inicial que implicó el anuncio de la cancelación de la deuda que mantiene Argentina con el Club de París por 6.700 millones de dólares. Duró poco porque, se pensó, que esa medida podría implicar una importante recuperación de la confianza que han perdido los inversores y agentes económicos sobre el país en los últimos meses.

Los efectos positivos del anuncio realizado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo una duración efímera, a tal punto que, al otro día de lanzar la cancelación con ese grupo acreedor, el riesgo país no paró de subir.

Esto llevó a que desde Casa de Gobierno se convocara nuevamente al denominado equipo económico especial, integrado por el jefe de Gabinete, Sergio Massa, el titular del Banco Central, Martín Redrado, y el ministro de Economía, Carlos Fernández.

Según comentaron algunos asesores desde Presidencia se dio la orden para que estos funcionarios estudiaran otros pasos a seguir para que el país pueda recuperar confianza y ampliar las posibilidades de inversión. “Quedó claro que la decisión de cancelar con el Club de París fue una señal, pero nada más. Aquí se requiere hacer un poco más de cirugía”, admitió un funcionario de Casa de Gobierno.

De allí es que los integrantes de ese gabinete económico especial están analizando dos aspectos concretos: la renegociación de una parte de la deuda que vence el próximo año y algún tipo de propuestas para los acreedores que no ingresaron al canje de deuda pública realizado en 2005, denominados en la jerga económica como holdout.

Con relación al primer punto, funcionarios de Economía y de la Jefatura de Gabinete admitieron que se analiza el canje de una parte de los bonos que vencen el próximo año y pasar la fecha de finalización más allá de 2010.

“El próximo año hay vencimientos de 19.800 millones de dólares, de los cuales se pueden prorrogar unos 11.000 millones. Es decir, quedan alrededor de 9.800 millones que se deben cubrir, una cifra realmente elevada”, apuntó un técnico del Palacio de Hacienda.

Paralelamente, se sabe que en la Casa Rosada cayó muy mal el hecho que el riesgo país haya aumentado notablemente a pesar del anuncio de la cancelación de la deuda con el Club de París.
Por eso, los integrantes del gabinete económico están analizando algunos pasos a seguir para recuperar definitivamente la confianza, la cual se ha perdido considerablemente en los últimos meses.

Y ese punto central pasa por una propuesta que se le podría efectuar a los denominados holdout. En principio esa propuesta no contemplaría de ninguna manera un pago cash, sino que se buscaría llegar a un acuerdo con los acreedores para ir cancelando el monto negociado por medio de la implementación de algunas emisiones de títulos a largo plazo.

“Esto sería, en definitiva, salir totalmente del default y dar por concluida una etapa realmente lamentable del país”, señaló un ex integrante del Ministerio de Economía.

Algunos analistas coinciden en que ese tipo de iniciativa sería esencial, pero que el Gobierno debería ir más allá y anunciar puntos esenciales que se están esperando como cambios en el Indec, transparencia de las cifras, o el desplazamiento de Guillermo Moreno.