La Casa de Aníbal Troilo cumplió 50 años de vida. Y la Legislatura de la Ciudad, a través de una iniciativa del legislador Marcelo Meis (PRO), descubrió una placa para recordar a ese sitio tanguero que alberga en su interior fotos y objetos personales que pertenecieron al maestro “Pichuco”, a lo largo de su extensa y exitosa trayectoria.

Desde este rincón porteño en Carlos Calvo al 2500 se mantiene “viva” la figura de Aníbal Troilo, tanto para los vecinos como para aquellos turistas que visitan la Ciudad y quieren interiorizarse sobre la carrera del bandoneonista más representantes más destacado de nuestra música ciudadana.