Las provincias sólo reciben el 14,70% de lo recaudado por el impuesto al cheque (Ley 25.413 artículo 3, modificado por Ley 26.180 artículo 6) y financian el funcionamiento de la Administración Federal de Ingresos Públicos.

Según los diputados justicialistas Felipe Solá y Enrique Thomas, autores del proyecto que estipula un nuevo impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias, este financiamiento se hace en “exceso” y, por ende, proponen “mejorar el nivel de ingresos de las provincias y a la vez no aumentar la presión tributaria que enfrentan los contribuyentes”.

Para lograr una “mejor” distribución de los recursos entre la Nación y las provincia, el proyecto propone que sea el 30% de lo recaudado por el impuesto al cheque lo que reciban las provincias.

Los diputados firmantes del proyecto “estamos convencidos de que la propuesta que integra esta elevación permitirá oxigenar parcialmente las arcas provinciales sin necesidad de avanzar en una reforma tributaria o en la definición de un nuevo sistema de coparticipación federal de impuestos, situaciones que no se observan dentro de los escenario posibles de corto o mediano plazo”.

En consecuencia -concluyeron los legisladores que votaron en contra de las retenciones- convencidos de la sustentabilidad de los mecanismos propuestos, conscientes de la necesidad de fortalecer federalismo fiscal.