Presentaron dos proyectos en la Cámara de Diputados de la Nación en los que reclaman a la Universidad Nacional de La Plata el estricto cumplimiento de los términos de la Ley Nº 12.674, en cuanto al destino que se debe otorgar a la finca Samay Huasi, que fuera residencia de Joaquín V. González. Piden también partidas presupuestarias para afrontar las obras de reparación y construcción del mausoleo.
Por iniciativa del legislador Fernando Rejal y con el acompañamiento de los cuatro restantes diputados nacionales riojanos Griselda Herrera, Alberto Paredes Urquiza, Mario Santander e Hilda Aguirre de Soria, se elevaron al Congreso dos proyectos de resolución donde piden el apego y el estricto cumplimiento a la Ley Nº 12.674 en la que se dispone que la residencia Samay Huasi, ubicada en la localidad de Chilecito, Provincia de La Rioja, sea destinada a escritores y artistas como Casa de Reposo.
Por el artículo 3º de la citada norma, se establece que dichas personas, que por el mérito de sus obras merezcan esta distinción, recibirán alojamiento gratuito y temporario, de acuerdo con la reglamentación que dictará la Universidad Nacional de La Plata, a cuyo efecto se debe consultar a la Sociedad de escritores y a la Comisión nacional de Bellas Artes.
Dicho legado, no obstante, fue realizado con una específica finalidad, claramente identificada en la ley, orientada a preservar el lugar, fomentar la cultura y la investigación científica (como se establece en el Artículo 4º) y contribuir de tal manera a la continuidad de la obra, prolífica y profunda, que nos legara el doctor Joaquín V. González.
Su ejemplo y su estirpe deben servirnos siempre como guía, señalan los legisladores, por lo cual consideraron pertinente la preservación de todos los aspectos que contribuyen a honrar su memoria; entre ellos, nada menos que su propia residencia personal: el Samay Huasi, escenario de su vida familiar, de sus decisiones de hombre de Estado y de su inspiración literaria. Así lo entiende y lo venera el pueblo riojano, y todos quienes conocen de la vida y obra de González.
Ése es también, claramente, el espíritu de la ley cuyo objeto se procura y reclama se mantenga incólume.
Este pedido se originó a raíz de un pronunciamiento que en forma de resolución adoptara recientemente el presidente de la casa de altos estudios en cuestión, por la cual se dispone que Samay Huasi pase a depender de la Dirección de Servicios Sociales de la UNLP, dejando de lado lo previsto en la Ordenanza Nº 168, que ponía como autoridad de aplicación a la Secretaría de extensión cultural y difusión de la Universidad (Art. 5º). Tal dispositivo, parece orientar el destino de la residencia a un fin más alejado de su carácter de centro difusor de cultura que ha sido, es, y anhelan los legisladores que siga siendo Samay Huasi.
Por todo ello los diputados nacionales riojanos, teniendo en cuenta además los pronunciamientos que diversos sectores allegados al quehacer cultural, educativo y social de diversos órdenes han hecho conocer públicamente, es que presentaron este proyecto de resolución, para que quede perfectamente en claro que es voluntad que el Parlamento nacional realice todas las acciones que resulten pertinentes para el cumplimiento de su propia normativa, evitando que la misma se desvirtúe o mal interprete, y sin que ello signifique menoscabo alguno de las competencias propias de una institución de rango preeminente a la que respetan profundamente, como la Universidad Nacional de La Plata.
El segundo proyecto de resolución impulsado por Fernando Rejal y avalado por sus pares nacionales consta en solicitar al Ejecutivo nacional que se efectivice el cumplimiento de las disposiciones contenidas en la Ley Nacional Nº 12.674 aprobada el 10 de julio de 1941 y se incorpore en las partidas respectivas del presupuesto del año 2010 el monto de 650.000 pesos para afrontar las obras de reparación y construcción del mausoleo en la finca Samay Huasi que fuera residencia de Joaquín V. González.
Fue el deseo del prócer riojano en vida, construir de su propio peculio, dentro de su finca Samay Huasi, Chilecito, provincia de La Rioja, una replica de Stonhenge para su reposo definitivo. Pero madrugado por una muerte temprana no pudo satisfacer tal objetivo.
La mencionada ley Nº 12.674, en sus artículos 5º y 6º establece que El Poder Ejecutivo tomará las providencias necesarias para que los restos de Joaquín V. González sean inhumados en Samay Huasi.
A tal efecto encargará a un escultor argentino las obras de arte a realizarse, pudiendo invertir en ello la suma de pesos treinta mil ($ 30.000.-) moneda nacional, disponiendo en el artículo 7º, el gasto que demande la ejecución de la presente ley se hará de rentas generales con imputación a la misma, hasta tanto sea incluido en el presupuesto.
