Si bien Felipe Solá tiene mandato como diputado hasta el año 2011, cuando rompió con el Gobierno nacional deslizó la posibilidad de renunciar a su banca y buscar ser nuevamente electo, esta vez en su condición de “no kirchnerista”. Sin embargo, su renuncia a la banca se fue postergando y en los últimos días quedó enfrascado en una dura pulseada con su socio político, Francisco de Narváez, quien no cede en su objetivo de ser candidato. Primer candidato, mejor dicho.

“No hay 2011 sin 2009”, había deslizado Felipe Solá pensando en su eventual candidatura presidencial, aunque ahora parece haber reconsiderado la situación.

Entrevistado en el programa El exprimidor, de Radio Uno, reconoció “la mayoría de las encuestas” muestran que De Narváez está mejor posicionado que él, y dejó abierta la posibilidad de declinar en su candidatura. “Veo que la mayoría de las encuestas muestran que Narváez va mejor que yo y nunca fui capaz de decir cosas que no son”.

Tras ese brote de pragmatismo, aclaró que seguirá “caminando la provincia para intentar subir en las encuestas” aunque sostuvo que “la gente se guía mucho más por los medios y por los carteles”. Y en ese sentido, reconoció que De Narváez le lleva ventaja.

Así las cosas, aclaró que “voy a tratar de tener una actitud útil y funcional para la Argentina que viene. Si eso es ser candidato, seré candidato; si no, veremos”.

Este fin de semana trascendió la posibilidad de un acuerdo en el seno de la sociedad Solá-Macri-De Narváez, por el cual el ex gobernador podría bajar su candidatura, y en el caso de lograr la oposición imponer su mayoría en las elecciones, la presidencia de la Cámara baja podría ser para él.