Aníbal Fernández abrió su exposición en el Senado dando cuenta del proceso de reducción de deuda que llevó adelante el Gobierno, “a partir del pago de sus obligaciones, exitosos canjes, y reconversión” de los títulos.

Así, la deuda externa pasó de ser “el 62 por ciento del Producto Bruto Interno” en el 2002 “al 42 por ciento” en la actualidad.

El jefe de Gabinete explicó que la deuda externa ascendía al 31 de marzo pasado a 136.600 millones de dólares. Asimismo aseguró que el país no tendrá dificultades para cumplir con sus compromisos externos.

Pero además, Fernández enfatizó que “sólo el 38 por ciento” del total de la deuda se encuentran en manos de tenedores privados, y el resto en organismos públicos del propio Estado argentino, provincias, y organismos internacionales de créditos.

Este 38 por ciento en manos del sector privado “es similar al que mantienen otros países”, como Estados Unidos, dijo Fernández.

Aníbal señaló que “este año, en el peor contexto internacional, hemos pagado 21.000 millones de dólares. Para este segundo semestre debemos enfrentar pagos por 1.260 millones de dólares y todos los indicadores muestran que no habrá ningún inconveniente para cumplir con lo indicado”.

Al referirse al criterio empleado por el Gobierno para fijar las tarifas de electricidad y gas, Fernández defendió el reajuste aplicado a fines del año pasado “como una forma de recomponer esas tarifas, ya sea por la aplicación de cargos o eliminación de subsidios”.

Recordó que “desde 2003 no había aumentos” significativos en esas tarifas para el hogar, y ponderó que los ajustes selectivos permiten que un importante número de hogares “se encuentren exceptuados” de los aumentos.

Puso como ejemplo el caso de los hogares que no tienen agua corriente, y necesitan utilizar bombas para extraer el agua, o no tienen gas natural por red, que tienen subsidiada la tarifa de electricidad.