No por nada el diputado nacional electo Felipe Solá sostuvo esta semana que llama cada hora a sus diputados para saber dónde están. “En realidad quiero saber si están en Olivos”, deslizó en forma irónica… o no tanto.

Parlamentario.com adelantó en forma exclusiva la noche del jueves que luces de alarma debían haberse encendido en el bloque peronista disidente, a raíz de los votos de dos de sus integrantes. Es que, según había podido constatar este portal, la diputada Patricia Susana Gardella y el diputado Julio Rubén Ledesma votaron en consonancia con el oficialismo en la madrugada de este jueves.

El tema no tardó en tener repercusión, ya que Unión PRO echó de inmediato a ambos legisladores del bloque. Ledesma y Gardella integraban la bancada de Unión Celeste y Blanca, que conduce Francisco de Narváez, quien se manifestó “indignado” ante lo que definió como “falta de conducta” y hasta habló de traición.

Así las cosas, no anduvieron con vueltas y expulsaron a los disidentes del peronismo disidente. Según trascendió, Solá no estaba tan errado y tal vez algo supiera cuando dijo lo que dijo, ya que el dirigente mercantil matancero Julio Ledesma había mantenido una reunión los últimos días en la residencia presidencial de Olivos, ya se sabe con quien. Precisamente con Néstor Kirchner, de quien estamos hablando, Ledesma era muy allegado.

Si hasta en 2003 hizo campaña a favor del santacruceño, en tiempos en que no muchos se le acercaban. Esa cercanía persistió hasta que Ledesma supo que Kirchner no respaldaría su deseo de apoyarlo para intendente, privilegiando en cambio su compromiso con Alberto Balestrini y quien él designara para sucederlo.

Ahí Ledesma se fue del kirchnerismo y se abrazó a De Narváez, a quien ahora deja criticándolo porque, según dijo, el ganador de las elecciones del 28 de junio no atendía a sus pares.

De Narváez dijo haberse enterado de qué harían los ahora disidentes en el propio recinto. En declaraciones radiales, De Narváez contó que estaba sentado junto a Patricia Gardella y recién se dio cuenta de la actitud de sus aliados cuando votaron “sí” en lugar de “no”, acto que consideró una inconducta.

Así las cosas, el peronismo disidente pierde dos integrantes de cara al futuro, ya que Gardella -quien responde a Ledesma- tiene mandato hasta 2011. Recordemos que Ledesma asumió en su escaño en diciembre de 2007 en lugar de Graciela Rosso, quien dejó su banca para convertirse en intendenta de Luján. Pero ya tiene mandato hasta 2013, porque fue reelecto en las listas de Unión PRO.

El bloque de Agustín Rossi, a su vez, gana dos nuevos integrantes. A menos que Ledesma y Gardella no se integren formalmente al Frente para la Victoria… aunque voten en consonancia, que es lo mismo.