El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández se presentó en la Cámara de Diputados para dar el que representa ser su segundo informe ante el Congreso de la Nación y primero ante ese Cuerpo. Allí arrancó destacando la superación de la crisis internacional, al señalar que se observa “una lenta recuperación”.

Luego de tres horas de informe, fiel a su estilo, el jefe de Gabinete cuestionó a “los agoreros de siempre” y los pronósticos que estos formularon.

Asimismo defendió la reforma política, uno de los ejes de su presentación, asegurando que lo que busca el Ejecutivo es lograr “un sistema sólido y no una kermese de partidos”.

El jefe de Gabinete aseguró que hay buenas perspectivas económicas y destacó que la intervención estatal permitió “mantener fuentes de trabajo y evitar que los sectores más vulnerables sintieran el impacto, y que muchos trabajadores siguieran recibiendo salarios y no fueran despedidos”.

En un pasaje, Fernández aseguró que 2010 será un año “de fuerte recuperación para el sector industrial y el consumo”, y en ese marco optimista destacó que la crisis financiera mundial “la desaceleración en Argentina no fue tan grande como la de otros países de la región”.

Agregó que “si bien hubo menor crecimiento, se mantuvieron las políticas expansivas”, y rescató la importancia de la “formalización del canje a los holdouts”.

Anticipó además que “2010 verá una mayor producción de los sectores industriales y la recuperación progresiva de la industria automotriz”, y que “este sector será protagonista en la recuperación de 2010. También existe un panorama bueno para el consumo”.

En otro orden, aseguró que la Nación “no les debe nada a las provincias”, aunque señaló que sí se están “discutiendo cuestiones sobre lo que se les debe abonar”.

“Nada está más lejos de la intención del Gobierno” que ahondar el bipartidismo en Argentina con esa iniciativa, dijo Fernández respecto de la reforma política, asegurando que lo que se busca es “un sistema de partidos sólido y no una kermese de partidos” y que “sea la gente la que decida” con su voto cuál es la fuerza política “más importante”.

En ese sentido reiteró la existencia de 685 partidos políticos. Buscamos en cambio, dijo, “fortalecer las instituciones de la democracia”, pero “es imposible acordar” con 33 fuerzas políticas. Además de destacar que se busca terminar con “los sellos de goma”, aseguró que el Gobierno está “abierto a los cambios que quieran hacerle” al proyecto.

Por otra parte defendió la implementación de internas abiertas y obligatorias y el financiamiento de los partidos y de la distribución de la pauta oficial propuestos por el oficialismo.

Respecto al estado de crispación imperante en las calles, aseguró que las autoridades están investigando “hechos puntuales” que suceden y que “no son nada casuales”.

Recomendó más adelante que “se saquen de la cabeza eso de que nos vamos a ir o nos van a sacar” en respuesta a supuestos intentos por desacreditar al gobierno ante la opinión pública.

Hasta tuvo espacio para contestarle a las críticas de la SIP, donde dijo que se cobija a “algunos hombres que fueron golpistas”.

Al finalizar el informe, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, no dejó que el diputado de la Coalición Cívica leyera la carta que Elisa Carrió llevó a las embajadas y así puso fin a una jornada informativa signada por la situación política del país.