Los 127 diputados nacionales electos el 28 de junio juraron en un marco de crispación política. La diputada Patricia Bullrich fue agredida desde las gradas. Silbidos e insultos para Felipe Solá y Francisco de Narváez.
La jura de los nuevos diputados se realizó en un clima de tensión y efervescencia, cuyo comienzo fue inusual e inesperado, ya que inició con el quórum dado por la oposición.
El nuevo Congreso comenzó con un duro revés para el kirchnerismo que había acordado con la oposición una metodología de designación de las autoridades de la Cámara de Diputados pero el ex presidente Néstor Kirchner lo rechazó.
Los nuevos 127 diputados juraron en una ceremonia tensa, envuelta en las posiciones ideologías antagónicas y una barra dividida al igual que los bloques.
Tras la conformación del quórum por parte de la oposición, se esperaba que inicie la sesión preparatoria de la cual no formaban parte los kirchneristas. A las 18.26, con 151 diputados, la peronista disidente Graciela Camaño, como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, abrió la sesión y propuso a la diputada Lidia “Pinky” Satragno para ocupar la presidencia de la Cámara. Al tomar posición en el estrado, invitó para izar la bandera a la diputada Paulina Fiol, quien estuvo ausente y cedió su lugar a la propia Graciela Camaño a que izara la bandera.
Luego de varios minutos iniciada la sesión, el oficialismo ingresó al recinto obligado por las circunstancias. Rodeado de los fieles diputados, Néstor Kirchner ingresó en medio de una gritería ensordecedora y una lluvia de papelitos.
Con la presencia del ex presidente en la banca, la Campora comenzó a lanzar papelitos y algunos papeles “pegados” lo que se convirtió en un proyectil que impactó en la cabeza de la diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich, quien debió ser atendida pero el hecho no pasó a mayores.
A pesar de la agresión, la ceremonia dio inicio con la toma de juramento de la diputada de la Coalición Cívica Marcela Rodríguez y Gerardo Milman, quienes juraron por la Constitución nacional.
Luego fue el turno de Néstor Kirchner, Luis Cigogna, Dulce Granados y Carlos Kunkel, quienes juraron por Dios, la Patria y los Santos Evangelios, con la presencia del secretario de la CGT, Hugo Moyano, y varios gobernadores y ministros.
Por su parte, Ricardo Alfonsín, Margarita Stolbizer y Juan Tunesi juraron bajo el cántico “volveremos, volveremos a ser gobierno como en el 83”.
Los primeros silbidos fueron para Francisco de Narváez y Felipe Solá, a quien le gritaron “traidor”.
La primera en romper el protocolo fue Graciela Iturraspe (CTA), quien juró por los 30 mil desaparecidos. En la misma línea, juró la peronista entrerriana Liliana Cremer de Busti.
El más ignorado por la barra oficialista y opositora fue el diputado catamarqueño Dalmacio Mera, mientras que el más aplaudido resultó el jefe de bloque del oficialismo, Agustín Rossi, quien juró por Dios y por la Patria, bajo el gritó de “Agustín, Agustín” y un mensaje de un militante: “Néstor, Rossi 2011”.
Quienes tomaron una jura más extensa fueron los diputados oficialistas Juan Carlos Díaz Roig y Sandra Mendoza. La ex esposa del gobernador chaqueño Jorge Capitanich se abrazó con Kirchner, Elisa Carrió y Gabriela Michetti y juró por la “memoria de los desaparecidos, porque no haya más genocidas disfrazados de demócratas y por mi pueblo”. Por su parte, el formoseño Díaz Roig juró por “los jubilados, los niños y los humildes de la patria”. Otros de los diputados que despertaron la algarabía de los presentes fueron los de Santa Cruz.
El sector agropecuario logró incorporar varios diputados luego del conflicto que desatara la resolución 125. Esto no pasó por alto para la barra kirchnerista quienes insultaron a los diputados. Al radical pampeano Ulises Forte le gritaron “gordo sojero” mientras que al formoseño Ricardo Buryaile le dijeron “repartí la soja”. Al chaqueño radical Pablo Orsolini le gritaron “gorila”. Todos los diputados agropecuarios juraron por Dios, la Patria y los santos evangelios.
Al jurar la ex vicejefa del gobierno de la Ciudad, Gabriela Michetti, se escuchó la recomendación de la barra que “jure por Ciro James”, en clara alusión a las escuchas telefónicas.
Elisa Carrió sorprendió al jurar por la Constitución y no hacerlo por los santos evangelios. A metros, Néstor Kirchner aplaudió la jura de la diputada por Capital Federal.
La canción que entonaron la mayoría de los diputados kirchneristas, además de la marcha peronista, fue “oh soy argentino, soy soldado del pingüino”.
Las diputadas del FpV Rosana Bertone y Stella Maris Córdoba juraron en compañía de sus hijas.
El último en jurar fue el diputado entrerriano Antonio Alizegui, quien lo hizo por “el movimiento obrero organizo”.
