Se lo anticipó la Presidenta de la Nación a los gobernadores con los que se reunió este lunes en Olivos.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner analiza la derogación del Impuesto al Cheque, un tema que viene siendo centro de una gran polémica por las intenciones decididas de la oposición de disponer por ley su coparticipación total.
El anuncio corrió por cuenta del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, quien informó a la salida de la reunión de los gobernadores en Olivos con la jefa del Estado que la Presidenta está analizando la alternativa de derogar el gravamen, para el caso de que evolucionen bien las variables socioeconómicas.
Según se informó, en el almuerzo que Cristina compartió con gobernadores oficialistas y aliados, si la oposición aprueba la modificación del Impuesto al Cheque, “esa iniciativa será vetada o se sustituirán las fuentes de financiamiento”.
Paralelamente el ministro del Interior, Florencio Randazzo, señaló que el Gobierno analiza alternativas sobre el Impuesto al Cheque, “incluso la eliminación” de ese gravamen, y señaló que durante la comida también se habló de los “incrementos de precios” registrados en los últimos meses.
Más tarde el ministro de Economía, Amado Boudou, confirmó que está en evaluación la posibilidad de derogar el gravamen.
Al participar de un acto en el que el gobernador Daniel Scioli puso en funciones al nuevo secretario general de la gobernación, Javier Mouriño, Boudu señaló que “la Presidenta siempre está evaluando todas las alternativas posibles para que Argentina siga en la Agenda del crecimiento que empezó en el 2003” y agregó que en el marco del “crecimiento de la economía que empezó en 2003, analizamos seriamente la posibilidad (de eliminar el impuesto al cheque) porque a nadie puede escaparse que tendría un efecto benéfico sobre la Economía”.
Lo que está evaluando el gobierno “es el impacto que tendría sobre el resto de la Economía la eliminación de este impuesto y como se incorporaría a la economía formal una gran cantidad de agentes, ya sea consumidores, pequeños y medianos empresarios” y sostuvo que “la fuerte bancarización que esto generaría es un impacto positivo”.
