No le iban a salir gratis tantas idas y vueltas al ex presidente y actual senador nacional Carlos Menem. Y sus actitudes del miércoles colmaron el vaso de sus pares de la oposición.

La abstención respecto al pliego de Marcó del Pont -pese a haber firmado el dictamen de mayoría un día antes-, vaya y pase: la había anticipado. Pero su posterior retirada, dejando al resto de la oposición sin su voto necesario para la coparticipación del Impuesto al Cheque, fue demasiado.

Así las cosas, el titular del bloque radical del Senado, Gerardo Morales, se cansó y le endilgó al ex mandatario trabajar con el Gobierno. Cosa que su colega del kirchnerismo Miguel Angel Pichetto rechazó de plano, argumentando que “”Menem tiene un funcionamiento autónomo”. Prefirió interpretar Pichetto que evidentemente “por haber sido presidente, (Menem) sabe las cosas que afectan la gobernabilidad”.

Morales insistió con su teoría de que Menem está siendo funcional al kirchnerismo, señalando que el ex mandatario “no viene a las sesiones, no se quedó a votar el tema del impuesto al cheque y votó a favor de Marcó del Pont”.

A su vez, la salteña Sonia Escudero no anduvo con vueltas al ubicar a Menem en el kirchnerismo y declarar que ya no forma parte del Interbloque Federal. O sea que ya no lo contarán más como propio, porque la tercera fue la vencida.