– Usted es representante argentino en el Parlamento del Mercosur y como tal, ¿qué opinión le merece la elección de Néstor Kirchner como titular de la Unasur?

– Latinoamérica, en muchos aspectos, tiene tremendas debilidades, no de casualidad somos subdesarrollados… Y entre esas debilidades está esa designación, que no se a qué responde, pero que no ha recaído en la persona cuyos antecedentes mejor lo mostraban.Los distintos intentos que se hacen por la unión regional son la demostración de que se procura salir de esto, pero estamos en medio de las contradicciones y creo que la designación del señor Kirchner como secretario general puede ser rara. Por lo pronto, no es un hombre demócrata, no es un hombre de diálogo, así que no sé a qué patrón respondió la designación. De todos modos hay que sobrellevarlo. Veo que hay intentos de avanzar en consolidar la unión regional, pero hay todavía marcadísima falta de convicción. Veo que muchos de los que estamos designados no le damos todavía la importancia que tiene al Parlamento regional, no predicamos la necesidad de ir avanzando hacia la consolidación de la unidad regional, pero bueno, esa es América Latina…

– ¿No considera que muchas de estas cosas son declamativas?

– Vea, el subdesarrollo se expresa por la imperfección de lo que hacemos. En este sentido, algunos han imaginado estas uniones regionales, han avanzado, pero también es cierto que los actores que tienen estas construcciones tenemos actitudes, gestos propios de estas culturas subdesarrolladas, donde la preocupación por la excelencia no siempre está presente. Hay que aceptar esto, pero hay que trabajar para que alguna vez la región salga de este atraso comparativo que tenemos con respecto a las naciones desarrolladas.

– Hablamos de integración y tenemos un puente con Uruguay que lleva tres años cortado. ¿Qué opina como entrerriano?

– Tremenda contradicción. Primero, no debió avanzarse en esta construcción, la Argentina debió ser más seria cuando enterada de que Uruguay tenía este propósito, debió plantear las objeciones. No lo hicieron, por más que lo han tratado de silenciar, es verdad que nosotros sabíamos antes que se empezara hacer, y Uruguay no debió avanzar. Después que ocurrió, estos años actuamos con irresponsabilidad, los gobiernos, en su momento el de Tabaré y el de Kirchner, no tenían derecho a llevarnos a esto, debían haber arreglado: si había que indemnizar, se indemnizaba, si había que parar se paraba y sino había que parar no se paraba… No se puede dejar que los problemas se resuelvan solos, porque hemos pasado una gran vergüenza. Además, no vamos a ocultar que desde el Presidente a los gobernadores de Entre Ríos, además de financiar, han exacerbado, han atizado los cortes y ahora están en un problema… Pero bueno, lo han de resolver, ahora lo están trabajando por abajo, para ver si para salvar la vergüenza la asamblea decide levantar. Porque sino van a tener que ir a levantarlo por la fuerza…