Por Julio El Alí

Los grandes debates legislativos sobre temas mediáticos se adueñan de los medios de comunicación. El Congreso pareciese estar en el centro de atención pero, sin embargo, los profundos temas ha resolver sólo se discuten a puertas cerradas entre pocas personas y, en muchas oportunidades, no se resuelva absolutamente nada.

Pasa el tiempo y la agenda social cada vez es más preocupante porque mayores necesidades está sufriendo la sociedad argentina. Pero no provoca rating debatir sobre la pobreza, la drogadicción, los jubilados, la salud, la educación, la producción económica del país. Los profundos debates se dan en oficinas calefaccionadas al contrario de lo que ocurre en el Palacio Legislativo que por estos días se ha convertido en una tierra antártica.

Superando el frío, los líderes de Proyecto Sur se sientan una vez más en el Salón Cabezas de la Cámara de Diputados para exponer sus propuestas ante la discusión sobre el 82% móvil para las jubilaciones mínimas y las retenciones al agro. Entre camperas, gorros de lana y bufandas, se distinguen a los verdaderos protagonistas de la actividad parlamentaria: los proyectos de ley. Es decir, la herramienta vital y necesaria para que no sólo sean lindos discursos, sino que las ideas se plasmen en papel como un plan para solucionar los problemas de la sociedad.

Tras la conferencia de prensa de los diputados de Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas, Claudio Lozano, Alcira Argumedo, Liliana Parada y Eduardo Macaluse, este último venció el frío y charló con Semanario Parlamentario sobre la actualidad política y su separación con la realidad de las necesidades sociales.

Macaluse, hace tiempo ya lejos de la órbita de Elisa Carrió, desde su espacio Solidaridad e Igualdad (SI) se acercó a Proyecto Sur, y se denomina como “una alternativa opositora seria con propuestas de un país” distinto.

Sin ser productor agropecuario, el diputado bonaerense comprende que el tiempo legal de la facultad del Gobierno de fijar la alícuota de derechos de exportación a los productos agropecuarios se termina el 24 de agosto y todavía no hay una propuesta alternativa unificada y consensuada por la oposición y mucho menos por el oficialismo.

En este contexto político, Macaluse apuntó contra los sectores contrarios a la Casa Rosada y los acusó de “hacer política con slogans y no presentar propuestas viables”. Un docente que sin ser productor agropecuario tiene propuestas serias de un plan agrario con mayor distribución de la riqueza sin provocarle al Gobierno un desfinanciamiento.

– ¿Qué solución proponen ustedes al conflicto en puerta sobre las retenciones a la soja?

– Cuando discutimos retenciones, queremos una solución justa, posible y que realmente resuelva la problemática es la segmentación, como lo habíamos planteado en la resolución 125.

– Entonces, ¿Quién perdió con el rechazo de la 125?

– Haciendo un racconto desde ese día del voto no positivo de Julio Cobos, las consecuencias fueron letales para los pequeños y medianos productores y también fueron letales para el Gobierno que tuvo una derrota política. Creo que nadie puede reivindicar el conflicto de la 125 por los resultados que tuvo.

– ¿Por qué plantean la segmentación de las retenciones a la soja?

– Porque no queremos ni que el Estado se desfinancie, ni que se beneficien los grandes productores. La propuesta del resto de la oposición de retenciones cero es insostenible.

– ¿Por qué no se podría eliminar las retenciones?

– En primer lugar, porque en Argentina no puede tener un producto primario retenciones más bajas que otros productos que tengan al menos un valor agregado. Y mucho menos con referencia a productos con un alto valor agregado, porque sino estaríamos dando una señal del Siglo XIX. Es decir, volver a ser el granero del mundo a costa de un intercambio que nos desfavorece ampliamente.

– Ustedes están de acuerdo con las retenciones…

– Creemos que tiene que haber retenciones segmentadas porque el Estado no debe perder su capacidad de recaudación y tampoco de regulación.

– ¿A qué llaman regulación?

– A la Junta Nacional de Granos. El mismo proyecto de ley que impulsamos en el marco del debate de la 125 y el propio oficialismo no quiso aprobar.

– ¿El Gobierno no quiere qué se controle?

– Ni el Gobierno ni las entidades agrarias, porque a mi me trajo un proyecto de ley la mismísima Federación Agraria pero, de un lado y del otro, se sabotearon para impedir que se avance con una regulación razonable por parte del Estado.

– ¿Quiere decir qué el Estado no es quien regula las exportaciones?

– Hoy, el Estado no es quien regula. Quienes liquidan y manejan las retenciones son las siete grandes exportadoras. Acá se ve el Estado progresista de los Kirchner –se ríe-. Las empresas exportadoras tienen puertos privados que no pagan impuestos gracias a leyes que votaron los propios diputados oficialistas en la provincia de Santa Fe.

– ¿La oposición tampoco quiere aprobar una ley qué controle las retenciones?

– No. El Grupo A – UCR + Peronismo Federal + PRO + CC – también suelen discutir la problemática de derecho aduanero con slogans al igual que lo hace el oficialismo, que impulsa políticas que incentivan la concentración de la producción agraria en pocas manos.

– ¿Qué función les daría ustedes a la recaudación?

– Nosotros queremos que la recaudación del Estado por retenciones vaya a la justicia social. Por ejemplo, a cumplir con el 82 por ciento móvil. Por eso, necesitamos un plan agrario integral que sirva para mejorar la calidad de vida de las familias campesinas y sostenga una alta recaudación por las exportaciones de aquellos que más tengan; porque de 330 mil productores agrarios, 210 mil no producen cereales para la exportación.

– Con retenciones segmentadas, ¿Cuánto sería la pérdida en recaudación?

– Depende donde se haga la segmentación. Si se aprueba la propuesta del Grupo A, bajar a 25% las retenciones, sería un desfinanciamiento de 12 mil millones de pesos. Pero si ponés una segmentación de retenciones cero a mil toneladas, se estaría perdiendo 1.800 millones de pesos.

– ¿Quiénes se quedaría con los 12 mil millones de pesos?

– Los números son claros. El 80 por ciento iría solamente al ocho por ciento de los productores más poderosos.

– ¿Entre los poderosos se encuentran los pooles de siembra?

– Sí. La gran concentración de los sojeros incluye el formato de pooles de siembra quines no pagan Impuestos a las Ganancias, porque están exentos por ser una sociedad financiera.

– El pequeño productor sí paga…

– Claro. Además, el pequeño agricultor vuelve a gastar en el mercado porque compra un tractor o va al almacén. Es decir, el Estado lo recupera. Por eso, es muy distinto proponer retenciones cero que segmentadas, porque sin retenciones el dinero va para los más poderosos.

Agenda Social

– Hay muchos temas en agenda y para todos se necesita presupuesto. Sin embargo, con las retenciones cero el Estado recauda menos.

– Por eso, bajo ningún punto de vista puede desfinanciarse al Estado con propuestas como las que supone eliminar o reducir las retenciones, salvo el caso del trigo que debiera tener una retención del orden del 16 por ciento, ninguna reducción es necesaria. Hay que resguardar las fuentes de ingreso. No se puede tomar temas de la agenda social sin saber cómo se va a financiar. Pero la agenda social no es urgente ni para el Gobierno, ni para la oposición”

– Usted critica la propuesta de la oposición…

– Se torna inconsistentes e incompatibles las propuestas de pagar el 82 por ciento móvil a las jubilaciones o universalizar las asignaciones familiares si se bajan las retenciones. Es decir, sin retenciones es imposible el 82 % móvil para los jubilados.

– ¿Cómo califica a la propuesta de la oposición?

– Hace política con slogan. Son propuestas electoralistas que a la gente le impacta, pero no se puede plantear la ampliación y aumento de la Asignación Universal por Hijo y proponer la aplicación del 82 por ciento móvil para los jubilados, sin especificar de dónde saldrán los recursos, y por otro lado desfinanciar al Estado con la eliminación de las retenciones. El Grupo A es cínico.