Denuncian deterioro y abandono del Zoológico porteño
El legislador del Partido Socialista Auténtico Adrián Camps denunció el “estado de abandono” en el que a su juicio se encuentra actualmente el Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires.

“Da pena ver como la mayoría de los edificios de valor histórico que están dentro del zoológico porteño están deteriorados”, afirmó el legislador porteño de Proyecto Sur Adrián Camps, que a continuación detalló: “Uno, por ejemplo, se mantiene apuntalado con maderas que evitan, por ahora, su derrumbe. La réplica de las ruinas romanas está literalmente en ruinas. Además, más de la mitad de los carteles están en mal estado, por lo que resultan ilegibles, y gran parte de las jaulas de las aves carecen de identificación”.
En cuanto a lo que hace al cuidado de los espacios donde habitan los animales, Camps señaló: “Los predios que albergan a grandes animales, como el rinoceronte, carecen de sombra y solo cuentan con un pequeño tinglado. Mientras que, en el sector de los hipopótamos, se ha suprimido un canal y uno de los puentes queda ahora en terreno seco. Las fuentes y la pileta del tapir carecen de agua”.
Por otra parte, “el ámbito donde estaba el oso polar se encuentra abandonado y se utiliza para promocionar una marca de lavandina”, observó el legislador, quien agregó: “Existe una ocupación excesiva del espacio destinado a servicios comerciales -confiterías, regalerías, fotografía, alimentos-, mientras que se ha reducido drásticamente el número de especies en exhibición -en un 55%, en el caso de las aves y un 23% en el de los mamíferos-. La cartelería publicitaria contrasta con el estilo arquitectónico del zoológico y resulta particularmente agresiva a la vista en el área acondicionada para cine”.
El zoológico de Buenos Aires se inauguró en 1903 y fue administrado por la Ciudad hasta 1990, fecha en la que el intendente Carlos Grosso otorgó la concesión por 20 años a la empresa Zoobotánico 2000. En la actualidad, es ejercida por el grupo mexicano Corporación Interamericana de Entretenimientos, más conocida como CIE, uno de los pooles mediáticos más grandes del país.
Camps recordó que hoy, para visitarlo, hay que pagar una entrada de 15 pesos que sólo habilita para hacer el recorrido. Los adicionales tienen un precio de 7,50 pesos cada uno. Un pasaporte de 22 pesos permite visitar la granja, el serpentario y la selva tropical, pero no incluye la charla didáctica, los lobos marinos, el carrusel y el cine 3D.
El diputado porteño del PSA ya presentó un proyecto de ley para que la administración y gestión integral del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires vuelva a ser ejercida por el Gobierno porteño. De esta manera se daría cumplimiento a la ordenanza municipal Nº 46.229 del año 93, que establece que “las concesiones y permisos de uso vigentes se mantendrán hasta que opere su vencimiento, a partir del cual no podrán ser renovados. Las tenencias precarias existentes en la actualidad caducarán a partir de la presente ordenanza”. La iniciativa de Camps surge a partir de la presentación de otro proyecto por parte del Ejecutivo de la Ciudad para llamar a una nueva “licitación pública nacional e internacional para otorgar la concesión para la explotación, administración, mantenimiento y conservación del Jardín Zoológico” porteño.
En Argentina ya hay ejemplos de jardines zoológicos en manos estatales como el de la ciudad de Mendoza. También hay casos en otros países como España, Alemania, México, Tokio, Brasil y Estados Unidos.