Explotó en mil pétalos la rosa roja de los socialistas a partir de que el senador Rubén Giustiniani y su compañera de fórmula para la gobernación Ana Copes dejaron entrever sobre el supuesto uso y abuso de la “billetera” y del “aparato del Estado” de parte del gobernador Hermes Binner. La disputa entre el senador y el gobernador parece no tener fin. Binner, empecinado en imponer a su ministro Antonio Bonfatti, como el candidato a sucederlo en la Casa Gris, no escatima ningún vocabulario para descalificar a Giustiniani. Pero además de Binner, se metió en la pelea la diputada nacional Alicia Ciciliani, quien reaccionó con “sorpresas y dolor” por las declaraciones del senador. La legisladora consideró como de “una gravísima irresponsabilidad” las manifestaciones vertidas por la otra corriente del PS. Para Ciciliani, es descalificar a quienes promueven un cambio en Santa Fe. Lo cierto es que la pelea está instalada, y no saben como pararla. Para colmo las encuestas para el candidato del gobernador no son alentadoras, más bien todo lo contrario. ¿Cómo terminará esta novela?