Por Julio El Ali

Casado, casa quiere”. Este dicho popular tiene un arraigo en la sociedad argentina que más allá de la pertenencia de clase social, posee un sueño en común: la casa propia. Sin embargo, para la mayoría se transforma en una misión imposible por la falta de recursos económicos y la línea de préstamos hipotecarios accesibles para las clases populares y hasta por la propia clase media.

En el contexto de crisis habitacional en las grandes ciudades y el crecimiento de las familias sin una vivienda propia, el Banco Ciudad lanzó una línea de préstamos sociales especialmente para el sector más vulnerable de la sociedad.

En un tono pausado y sin ahorrar definiciones sobre la inflación, el dólar y la crisis habitacional, el presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, Federico Sturzenegger, realizó una entrevista con Semanario Parlamentario, en la cual trazó un panorama de la situación actual de la entidad financiera.

– ¿Cuál es la situación del banco?

– La realidad del Banco Ciudad es excepcional porque cerramos el 2010 con un resultado de 815 millones de pesos de ganancias, lo que es absolutamente inédito, ya que hay que recordar que antes que la actual gestión se hiciera cargo, el Banco había perdido en el último semestre de 2007, setenta millones de pesos y estaba con una perdida anual 150 millones de pesos.

– ¿Este era uno de sus objetivos?

– Sí, había que dar un nuevo rumbo al Ciudad porque esta institución bancaria es patrimonio de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y cuando la ciudadanía te da algo para cuidar, hay que devolvérselo con creces. Ese es mi concepto de gestión pública. Porque derrochar el patrimonio de los ciudadanos es muy fácil, salgo a dar préstamos al 1% y me llevan en andas por la calle Florida, pero estaría comprometiendo el futuro del Banco. Lo liquidaría.

– Pero tuvo un crecimiento patrimonial sin arriesgar la estabilidad financiera…

– Justamente, eso es lo más paradójico y que reconforta porque se logró aumentar el patrimonio del Ciudad, ayudando a la gente.

– ¿Cómo se ayudó a la gente?

– Al mismo tiempo que crecía el patrimonio, el Banco viró el foco de su política lo que le agrega una mayor importancia social, ya que esta gestión apunta más hacia los préstamos hipotecarios sociales, mientras que antes era más una financiera que se invertía en títulos públicos y el resto de la organización era como una gran recaudadora.

– ¿Pero qué dice la Carta Orgánica de la Entidad?

– La Carta Orgánica del Banco Ciudad establece que se invierta en préstamos para viviendas y para las PYMES. Por eso, nosotros en vez de invertir el dinero en un título público, lo focalizamos en un préstamo con mayores facilidades. Por lo tanto digo que el Banco Ciudad crece focalizado en los préstamos hipotecarios con tarifa social y, además, financieramente, el banco aumenta su patrimonio porque prestando tiene un mayor retorno que con una Lebac.

– ¿Cuál es la relación del Ciudad con las Pymes?

– En el inicio de la gestión estábamos en los mil millones y ahora lo aumentamos a cuatro mil millones de pesos de préstamos a las empresas. La relación es excelente y estamos dispuestos a continuar aumentando los préstamos para las PYMES.

– Usted dice que el Banco apunta a lo social ¿Qué significa eso?

– Para comprender esta política hay que entender que lo social es ayudar a las familias y a las empresas familiares y es en esta dimensión donde el banco hizo un aporte muy significativo. Tanto es así, que en el logo del Banco Ciudad llevamos una familia, porque el hipotecario lo llevamos en el corazón y sabemos que la problemática de la vivienda es una necesidad primaria para cualquier familia.

– ¿Qué acciones concretas comprende esta política del Ciudad?

– En primer término, hay que destacar que trabajamos en varios niveles sobre la problemática de la vivienda porque no todos tienen la misma realidad. El primer nivel es el hipotecario común que tiene la característica especial de ser el único préstamo hipotecario a 20 años a plaza fija.

– Pero para un sector de la sociedad son inaccesibles…

– Por eso tenemos otros dos niveles. El segundo nivel de línea de créditos es para todos aquellos que quieran invertir en viviendas en la zona sur de la Ciudad –desde La Boca a Lugano-, con una oferta de préstamos a 14 por ciento fija de interés a 20 años, que dado la inflación actual es una muy buena opción.

– ¿Qué restricción tiene esta segunda opción?

– No tenés que ser propietario y tenés que invertir en la zona sur. Este es una oferta pensada para las parejas, los recién casados y la gente que esté alquilando.

– Estas opciones no contemplan la situación del sector más vulnerable económicamente…

– Para ese sector, el Banco Ciudad lanzó la línea de crédito hipotecario social que está pensado a las personas con ingresos a menores a dos mil pesos. Nuestro sueño es que una empleada doméstica en blanco pueda comprar su propia casa.

– ¿Cómo funciona esta tercera línea de créditos?

– El crédito hipotecario social funciona como los microcréditos implementados por Muhammad Yunus. Es decir, se le otorga un préstamo solidario a cada individuo que forma un grupo y así se garantiza el pago. Nosotros estamos haciendo la primera experiencia en el mundo en préstamos hipotecarios sociales, los cuales otorgan cien mil pesos para comprar una propiedad o un terreno y una casa prefabricada. La cuota va de 500 y mil pesos por mes a 15 años a 14 por ciento fijo.

– ¿Ya se implantó esta línea de crédito?

– Se anunció en octubre y entró en vigencia el 1º de enero, pero no hicimos publicidad porque todavía se están ajustando algunas exigencias y formatos en base al trabajo de los gerentes de las sucursales del Conurbano bonaerense.

Inflación

– ¿Cuál es su visión respecto a la inflación?

– La inflación está consolidada en un rango del 25 por ciento y se produce en la emisión monetaria del Banco Central y estamos previendo que la inflación va a seguir relativamente alta.

– El dólar continuará subiendo…

– No, el dólar seguirá estable en estos valores por dos motivos: el ingreso de divisas por las exportaciones y por el miedo del Gobierno de mover el dólar. Pero no modificar el valor del dólar provoca que la competitividad de la economía se va erosionando rápidamente con estos valores de inflación.

– Teniendo en cuenta este marco de inflación y el valor del dólar ¿Qué impacto tendrá la línea de crédito hipotecario social?

– No existe ningún producto de préstamos hipotecarios sociales similar en el país y creemos que será replicado en otros países de la región. La clave novedosa es que tomamos ideas de las microfinanzas y lo aplicamos a préstamos hipotecarios.

– Pero la inflación y la inestabilidad afecta a los posibles clientes de esos préstamos sociales…

– Justamente el sistema de préstamo solidario está armado para evitar estos inconvenientes, ya que las otras dos familias actúan de garante del otro que tuvo inconveniente y deben pagar la cuota de la persona que perdió el empleo o por otra razón no puede cumplir con la cuota. Además, el modelo exige un ahorro de seis meses antes de que se le otorgue el préstamo.

– ¿Ya hubo algunas experiencias?

– Sí, en un grupo de Quilmes nos pasó que una de las personas no pudo cumplir sus compromisos y las otras dos personas consiguieron otro que lo reemplazó. Así se va testeando el compromiso y la posibilidad de pago.