Los sucesos del día anterior sucedidos en la provincia patagónica, donde afiliados de UOCRA golpearon a trabajadores docentes y de la salud, fueron analizados en la Cámara baja, donde se emitió una declaración de repudio. Prepagas fue la moneda de cambio.
Bien temprano en la sesión de la Cámara baja se intentó discutir sobre los sucesos acontecidos en Santa Cruz el martes, donde nuevamente la violencia se enseñoreó en el marco de una manifestación. Pero se prefirió dejar que transcurriera la sesión y volver sobre el tema más adelante, cosa que se hizo para terminar emitiendo un proyecto de declaración por el cual se repudió el ataque del que fueron víctimas docentes y sindicalistas estatales en la provincia de Santa Cruz que reclamaban aumentos salariales.
Esa salida fue consensuada entre oficialistas y opositores, optándose por retirar la declaración de repudio contra el gobierno provincial de Daniel Peralta, por su supuesta inacción para impedir esos hechos. Así lo impulsaba el radicalismo y por supuesto el Frente para la Victoria no lo quiso permitir, por lo que terminó limitándose el repudio a un texto que no dejara disconforme al oficialismo.
Al cabo, la declaración fue aprobada, pero sin conseguir los dos tercios de los votos para su incorporación al temario de la sesión.
La moneda de cambio terminó siendo la ley que regula la medicina prepaga. Sucede que el radicalismo no quería que se discutiera ese tema sin que fuera analizado antes en comisión, y el kirchnerismo amenazó con tratarlo sobre tablas, si la UCR insistía con repudiar a la administración K santacruceña.
