Margarita Stolbizer contrajo en 1984 el Síndrome de Guillain-Barré. Cómo pudo sobreponerse.
Esta semana se conoció la noticia de una pareja de argentinos que viajaron de luna de miel a Australia, con tan mala fortuna que en Tasmania al novio se le declaró una enfermedad por la que debió ser internado. Se trata del Síndrome de Guillain-Barré, un raro mal que aqueja a Martín Renzacci, y por el cual su flamante esposa relató en medios argentinos el drama que están viviendo.
Hoy diputada nacional y candidata a gobernadora bonaerense, Margarita Stolbizer sabe bien de qué se trata cuando le hablan de esa enfermedad.
Es que la sufrió en el año 1984, según comentó a Radio 10. “Yo empecé a sentir cosquilleos, empecé a sentir que la cara se me ponía ‘dura’, que los pies iban perdiendo fuerza“, comentó, añadiendo que inicialmente no le prestó atención al tema, aunque finalmente comenzó a hacerse atender, pero ningún médico lograba determinar qué lo afectaba.
“Empezaron diciéndome que era un cuadro gripal. Hasta que finalmente entré en una clínica, arrastrando los pies, y un neurocirujano lo detectó inmediatamente y me internó”, contó la diputada. Relató también que, cuando los síntomas fueron más severos, debió ser internada. “Fui perdiendo la movilidad estando ya adentro de la clínica, me tenía que cerrar los ojos con los dedos, con las manos, porque no podía hacerlo sola, no lo manejaba. Llegué a perder totalmente la movilidad, sobre todo de las piernas. La angustia que tenía en ese momento era porque creía que no iba a volver a caminar. No sentía nada“.
Con su propia experiencia a cuestas, la diputada explicó que ese síndrome crece paulatinamente, y que de atacar a los pulmones, puede ser aún más grave. Pero en determinado momento también comienza a decrecer, y “llega un momento en el que la enfermedad sola comienza a descender”.
“Recuerdo el día en el que pude levantar un poquito, apenas un centímetro, la pierna de la cama. Eso fue ya un festejo porque era un síntoma de que la enfermedad comenzaba a ceder”, evocó.
Stolbizer definió como “total” su recuperación, aunque admite que le quedaron algunos gestos en la cara, que pasan desapercibidos para quienes la conocieron después. Para ella, la cara le quedó muy cambiada.
Atenta al mal que afecta a Martín Renzacci, Stolbizer se comunicó con la madre del joven, para transmitirle su apoyo, fe y experiencia personal. “Es una enfermedad que angustia mucho porque no sabe cuándo termina esto y si se va a recuperar. Pero cede y se recupera todo lo que había perdido”, aseguró.