La señora presidenta vulgariza el término socialista. Su lógica sería algo así: “Si un peso es mío, lo retengo y no se lo doy a nadie. Es como la Ferrari de Menem: mío, mío, mío. Si en cambio el peso es de otro, puedo proponer que se use para cualquier cosa, desde caridad hasta inversión.” “En la Argentina son todos socialistas con la plata de los demás”, es la frase exacta de la 1° mandataria.
Quienes somos socialistas le pedimos que piense dos veces antes de referirse en esos términos tan ridículos. Ella defiende un “capitalismo serio” y nosotros la respetamos. Ese capitalismo serio, cuyos serios capitalistas se quedan con el dinero de los argentinos, es lo que ella defiende.
Las empresas mineras, las petroleras, los bancos, los piratas de la deuda externa, los que manejan el comercio exterior, los aristócratas, oligarcas y grandes propietarios, los profesionales que lucran al servicio de esos intereses. Esos se quedan con la plata de los demás. Y no son socialistas.
Para los socialistas la fuente de toda riqueza y valor es el trabajo. “Nos pertenece, entonces, lo que producimos con nuestro esfuerzo. Claro en el marco de una producción social. Producción social por parte de los trabajadores y apropiación individual por parte de los capitalistas. Esto es lo que defiende la presidenta.” En otras palabras en la Argentina la economía se organiza para que las clases altas se queden con la plata que le pertenece por múltiples motivos a las clases populares. De ahí la pobreza de las mayorías.
Para los socialistas a la producción social le corresponde una apropiación social. No nos queremos quedar con la plata de nadie. Queremos que en el marco de un “plan” que contemple una inversión inteligente, el resto vaya a parar a sus legítimos dueños: el pueblo trabajador.
Así de simple. “Para el pueblo lo que es del pueblo, porque el pueblo se lo gano”.

Mario Mazzitelli es secretario general del Partido Socialista Auténtico (PSA) en Proyecto Sur.