Para el vicepresidente de la Nación y titular del Senado Nacional, “es muy preocupante” la situación planteada por la Justicia, que falló a favor del gremio UATRE.
A cargo del Ejecutivo por la licencia de la presidenta de la Nación, el vicepresidente Amado Boudou consideró “muy preocupante” lo que definió como un “atropello institucional” realizado por “algunos sectores de la justicia”, en referencia puntual al amparo judicial que suspende la aplicación de la Ley del Peón Rural.
A juicio del vicepresidente, esta medida de un juez es “sólo para cuidar y preservar la inverosímil caja” de la Unión Argentina Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
El titular del Senado se refirió así a la medida cautelar otorgada por el juez Alberto Ize a favor del gremio de los trabajadores rurales.
Boudou sostuvo que “no es toda la Justicia, en este caso se trata del juez Ize. Sí, el mismo mencionado en una estafa millonaria contra ANSeS que mediante la ‘industria del juicio’ dictó un amparo inaudito, nulo e insólito”.
En declaraciones a la agencia oficial Télam, Boudou señaló que “como antes en el caso de las reservas del Banco Central hace dos veranos, de la Ley de Medios Audiovisuales, de defender las altas tasas de interés que se cobraban a jubilados mediante el código de descuento; nuevamente aparece la justicia cautelar para defender intereses espurios”.
“Así como en los primeros casos protegió a quienes quería endeudar al país, a los intereses del grupo Clarín o a la usura sobre nuestros mayores. Hoy es sólo para cuidar y preservar la inverosímil caja de UATRE”, remarcó.
Agregó que “en todos estos casos en pocas horas algún juez se expidió en forma express y sin vacilaciones. La justicia cautelar express llega rápido y para pocos”.
“Es increíble que una y otra vez las leyes de la Nación sean ignoradas abusando de un mecanismo a favor de los más poderosos y de las corporaciones en contra del conjunto de los ciudadanos”.
Asimismo sostuvo que “el Congreso tiene la representación del pueblo y las provincias, tiene la legitimidad democrática y jurídica para dictar leyes, que una y otra vez sectores de la justicia se empeñan en esquivar siempre y cuando se trate de sostener las necesidades de quienes estaban acostumbrados a hacer lo que querían: manejar gobiernos, funcionarios y espacios políticos a su antojo”.
