Hace tres años, el pueblo Argentino despedía a uno de los hombres más importantes de la democracia contemporánea. El doctor Raúl Alfonsín con su accionar, alumbró el camino definitivo hacia la democracia.El 30 de octubre de 1983 el pueblo Argentino lo eligió presidente de la Nación para encabezar una de las transiciones más importantes de nuestra historia. Ese día, se convirtió en patrimonio nacional.

Atrás quedaba el recuerdo de una dictadura atroz, con 30 mil desaparecidos, libertades cercenadas, una guerra injusta, enfrenamientos con estados hermanos, una nación menos solidaria y más comprometida con intereses foráneos. Todo esto es lo que sin dudas revirtió el accionar político de don Raúl. No es fácil sintetizar su trayectoria.

La ausencia física nos produce un hondo pesar, pero sabemos bien, que los radicales tenemos que tomar como ejemplo sus palabras, su lucha y su profundo compromiso en la restauración de los valores más esenciales de la política.

Como bien lo señalaba el ex presidente, los políticos no debemos ir para donde va el viento, su función es mostrarle a la sociedad el rumbo, el camino. Esta máxima es la que sin dudas lo llevó a ser un gran estadista y el último gran político argentino.

Alejandro Armendáriz es diputado bonaerense de la Unión Cívica Radical