El proyecto de la senadora oficialista Ada Itúrrez de Cappellini establece para los jóvenes “un subsidio anual de 36 mil pesos hasta que alcancen los 25 años de edad”. La legisladora santiagueña argumenta que el “contexto social e institucional no se encuentra debidamente preparado para acoger al ‘superdotado’”.
La senadora del Frente para la Victoria (FpV) Ada Itúrrez de Cappellini presentó una iniciativa de ley que crea “el Plan Nacional de Ayuda y Promoción para Niños y Jóvenes Prodigio o Superdotados, definiendo que un niño prodigio es alguien que a una edad temprana, antes de los 10 años de vida, domina uno o más campos científicos o artísticos emprendidos generalmente por adultos, y un joven superdotado es todo aquel que alcanza una puntuación de más de 130 puntos en un test de CI (cociente intelectual) según la escala de inteligencia Stanford-Binet”.
El proyecto establece el pago de “un subsidio anual de 36 mil pesos hasta que alcancen los 25 años de edad”, aunque cada cinco años, los involucrados “deberán someterse a nuevos exámenes llevados a cabo por la junta evaluadora, con la finalidad de determinar la subsistencia de la condición de superdotado”.
La junta de evaluación en cuestión estará “integrada por un representante del Ministerio de Educación de la Nación, uno del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, uno del Ministerio de Salud, y uno de la Secretaría de Cultura. El primero de ellos “ejercerá la presidencia de la junta”, y “en caso de empate, su voto valdrá doble”.
Itúrrez de Cappellini argumenta: “En un contexto social e institucional que no se encuentra debidamente preparado para acoger al ‘superdotado’, el carácter prodigioso de los mismos arroja frutos paradójicamente amargos cuyo efecto traumático, muchas veces, dura de manera vitalicia”.
