El presidente del bloque de diputados provinciales de la Coalición Cívica-ARI, Walter Martello, expresó su satisfacción por las adhesiones de distintos sectores políticos a las ideas de estatizar los juegos de azar en la provincia de Buenos Aires, modificar la distribución de las utilidades generadas por las tragamonedas y subir las alícuotas de Ingresos Brutos a una actividad que, en territorio bonaerense, obtiene ganancias que no logra en ninguna parte del mundo.

“Es una satisfacción ver que lo que nosotros proponemos desde hace más de 6 años en la Legislatura bonaerense, es retomado por distintas fuerzas políticas. Inclusive por sectores del propio oficialismo que en el año 2006 renovaron automáticamente las licencias por decreto. Estos sectores ahora concuerdan con nosotros en la importancia de estatizar el juego y hasta presentan iniciativas que tienen el mismo espíritu que nuestros proyectos. Bienvenido sea este cambio”, opinó Martello.

Según el legislador provincial “entre las coincidencias que estamos encontrando, aparece la necesidad de reducir los horarios de los bingos para combatir la ludopatía y frenar el saqueo a las economías locales y regionales. Hay salas en el conurbano que funcionan las 24 horas, los 365 días del año, mientras que en el interior sucede algo similar. Por ejemplo, en Chivilcoy, de donde es oriundo el ministro Florencio Randazzo, el bingo que es propiedad del empresario Daniel Mautone está abierto desde la 10 a las 6 de la mañana, y hasta sostiene un club de fútbol que quiere comprar el pase del jugador Ariel ‘Burrito’ Ortega”.

Martello abogó por una transformación integral en el sistema del juego para que se convierta en una auténtica política de Estado. “Estamos ante una oportunidad histórica, que requiere dejar diferencias políticas coyunturales de lado, para avanzar en una reestructuración estratégica, que sólo se podrá alcanzar mediante un gran consenso”, concluyó el legislador, autor del libro “No va Más”, donde realiza una pormenorizada radiografía del negocio del juego durante los 25 años de gobierno justicialista en la provincia de Buenos Aires.